
La ciudad más contaminada según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no es ninguno de los grandes centros urbanos que podría imaginarse. Se trata de Zabol, Irán, con una población de 130 mil habitantes. Aunque en dicho lugar no hay grandes industrias que generen contaminación atmosférica o que llenen de desechos los ríos, lo … Continued
La ciudad más contaminada según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no es ninguno de los grandes centros urbanos que podría imaginarse. Se trata de Zabol, Irán, con una población de 130 mil habitantes.
Aunque en dicho lugar no hay grandes industrias que generen contaminación atmosférica o que llenen de desechos los ríos, lo que en realidad contamina es el viento que sopla todo el año. En verano, las ráfagas alcanzan los 130 kilómetros por hora.

El cambio climático ha provocado que deje de llover en la zona. Los ríos y lagos se han evaporado (el calor llega a los 50 grados), lo que ha provocado que el viento erosione la tierra, arrastrando una gran cantidad de partículas de arena y el aire se vuelve irrespirable.

El río Helmand, que provee al Lago Hamún, nace en Afganistán y el flujo de agua es controlado en aquella nación. “El problema es que Kabul sólo nos permite acceder al agua de Helmand tres meses al año. Cuando termina el verano, cierran el grifo. Es muy duro porque ello acentúa la sequía” explica un habitante de Zabol.

El viento provoca fuertes tormentas de arena durante cuatro meses y además de llevar arena, el aire propaga enfermedades. En 2015, en cuatro días, los hospitales recibieron a más de 600 pacientes con problemas respiratorios, alergias en los ojos y otros padecimientos relacionados. También hay una alto número de casos de tuberculosis, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), alergias, hongos en la piel y problemas de visión.

Con información de El Mundo