De acuerdo con las autoridades españolas, la mujer murió a inicios de 2014 pero nadie se dio cuenta por lo que el cuerpo estaba momificado
Elementos de la comisaría de la Policía Nacional de Salamanca encontraron el cuerpo de una mujer de 83 años identificada como Amanda J. cuyo cadáver se encontraba momificado al interior de su domicilio.
Lo que más impactó del caso fue que, de acuerdo con las autoridades, la mujer habría muerto en 2014 sin que nadie reportara su desaparición hasta hace unos días.
El descubrimiento se dio luego de que la sobrina de la mujer, que vive en Israel, pidiera a las autoridades españolas que le ayudaran a localizar a su tía pues hacía tiempo que no sabía nada de ella.
Cuando los agentes se presentaron en el domicilio llamaron a la puerta pero nadie respondió por lo que un cerrajero abrió y fue cuando encontraron el cuerpo tirado en el piso de la cocina, momificado.
Los vecinos confirmaron que llevaban un tiempo sin saber de la mujer pero pensaron que era normal debido a que viajaba constantemente pues era originaria de Argentina.
El portero también aseguró que nunca se dio cuenta de que había muerto pues cuando ella salía de viaje él guardaba su correspondencia y era lo que había hecho durante todos los años de la ausencia de la anciana.
Además, los vecinos más cercanos indicaron que no se percataron de la ausencia pues no era una mujer que conviviera mucho, que solo la conocían de saludo, que no tenía hijos y que la única familia que le conocían eran dos sobrinos pero que ninguno de ellos vivía en el país.
El Instituto Anatómico Forense de España confirmó que la mujer pudo haber sufrido un ictus hace unos cinco años, a principios de 2014, pues el cuerpo no presentaba señales de violencia y que la temperatura del edificio habría ayudado a mantener el cuerpo en estado de momificación por lo que no desprendió olores que anunciaran su muerte.
El caso de Amanda se ha repetido hasta 17 veces en la capital española durante el año pasado. Los Bomberos de Madrid acudieron a domicilios de personas mayores de 65 años que murieron en la completa soledad y fueron enfáticos en señalar que este tipo de casos se presentan en personas que pueden valerse por sí mismas pues cuando se presenta un impedimento, se ha observado que en la mayoría de los casos, las personas prefieren internarse en un centro de adultos mayores y pasar sus días acompañados.
Especialistas señalan que la soledad en la que mueren muchas de las personas en España responden a las nuevas formas de vida individualizadas que se han fomentado en los últimos años y que desafían la conformación de familias tradicionales.
Con información de El País
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