
Una mujer de 70 años regresó a la soledad y temperaturas heladas después de ser transportada a un avión para recibir tratamiento
Una ermitaña siberiana de 70 años regresa a la soledad y temperaturas heladas después de ser transportada por avión a un hospital para recibir tratamiento.

A Agafia Lykova la dieron de alta el martes del hospital en la región Kemerovo de Siberia, pero permanecerá ahí hasta que los servicios estatales de emergencia puedan transportarla por avión a su casa, informó el sitio de noticias ruso Sobesednik.ru.
Lykova fue hospitalizada después de que notificara a través de un teléfono satelital a “tierra firme” de un dolor en su pierna.

Lykova nació en la naturaleza siberiana en Jakasia, cerca de la frontera mongola. Sus padres, miembros de los Viejos Creyentes que se independizaron de la Iglesia ortodoxa en el siglo XVII, se asentaron ahí a finales de la década de los 1930, huyendo a la persecución religiosa de la Unión Soviética.
La familia vivió aislada hasta que un geólogo se encontró con ellos en 1978. Los científicos descubrieron que la familia Lykov no había visto a ningún otro ser humano desde hacía décadas. Eran totalmente autosuficientes y conservaban el fervor religioso. Por su manera de vestir y los instrumentos primitivos que utilizaban en su vida cotidiana, estos anacoretas parecían salidos del siglo XIX.
Lykova vive sola desde la muerte de su padre en 1988. En varias ocasiones previas ha salido de la naturaleza durante cortos periodos de tiempo, pero prefiere la familiaridad de la Siberia rural.
“Hay muchos vehículos. ¿Para qué necesitan tantos?”, dijo Lykova durante una entrevista con el diario ruso Komsomolskaya Pravda al inicio de esta semana. “Sale tanto humo de ellos, no se puede ni respirar”.
Redacción