Un funcionariod de la Casa Blanca aseguró que no hay camas de bronceado en la residencia y que el bronceado de Trump es resultado de sus genes
Un alto funcionario de la Casa Blanca aseguró al diario The New York Times que el bronceado del presidente Donald Trump es resultado de sus “buenos genes”.
Además, la fuente reveló que el presidente aplica un poco de polvo en su piel antes de aparecer en televisión.
No obstante, el funcionario señaló que el polvo es translúcido y no es un bronceador.
Las afirmaciones del funcionario contradicen lo dicho por la ex asistente de Trump, Omarosa Manigault Newman, en su libro ‘Unhinged’.
En su obra, Newman escribió que el presidente usaba una cama de bronceado a menudo y señaló que un empleado fue despedido por un mal manejo en el transporte de la máquina.
El exdirector del FBI James Comey en su libro ‘A Higher Loyalty’ también sugirió que Trump se bronceaba.
En su descripción en profundidad de la apariencia de Trump al relatar su primera reunión en persona en el libro, Comey escribió que la cara de Trump “parecía un poco naranja” y tenía “medias lunas blancas y brillantes bajo sus ojos, donde asumí que colocaba pequeñas gafas de bronceado”.
Sin embargo, tres fuentes que trabajaron un tiempo en la Casa Blanca dijeron al Times que no existen tales aparatos en la residencia.
Dos altos funcionarios de la administración Trump también insistieron al Times que no hay ninguna cama de bronceado en la Casa Blanca.
Con información de The Hill y The New York Times