
Expertos señalan que las mujeres son el sector que más carece de una cuenta de ahorros formal por falta o insuficiencia de ingresos
Las mujeres son el sector que más carece de una cuenta de ahorros formal por la falta o insuficiencia de ingresos, señala Berenice Cabrera, egresada de la Facultad de Economía (FE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con motivo del II Seminario “Trabajo Femenino Asalariado y Reproductivo en México”, organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), señaló que en países en desarrollo únicamente el 37 por ciento de las mujeres tiene una cuenta formal de ahorro, frente al 46 por ciento de la población masculina.
Ello, señaló, es una marca clara de exclusión. Una parte importante de las mujeres se ve impedida de contar con ahorros bancarios ya que, en gran medida, al doble rol que cumplen: el empleo para generar ingresos y el trabajo no remunerado del hogar, además del cuidado de los hijos.
Además, Cabrera indicó que las mujeres, en mayor medida que los hombres, buscan medios alternativos para administrar sus finanzas así como para planificar sus necesidades futuras.
Ante este desafío, propuso que las instituciones financieras deben adaptar sus productos para responder a los requerimientos de las mujeres, pues resulta evidente la mayor desventaja en términos de inclusión que en ese ámbito sufren.
Por otro lado, Jorge Ortiz Díaz, especialista también egresado de la FE, detalló que aunque cuentan con mayor capital humano, ellas aún son discriminadas en el sector laboral, y, además, la brecha salarial persiste entre géneros.
“Se han perpetuado las relaciones de dominación masculina y de subordinación femenina en el mercado laboral y en el reparto del producto, al discriminar la acumulación del capital humano en las mujeres, aunque ha crecido de forma significativa desde la década de 1980”, indicó.
En cuanto a la persistencia de la brecha salarial por género, subrayó que esta las aleja de la perspectiva de incrementar su preparación e integrarse a la actividad económica, lo cual no solo refiere una situación de injusticia y disparidad, sino también de disminución del bienestar social y de la disponibilidad de fuerza de trabajo calificado y, finalmente, una afectación al desempeño económico en su conjunto.
En su intervención, María Fernanda Vidal, especialista de la Universidad Panamericana, planteó que la ausencia de mujeres en los altos mandos “es indicativo de una afectación dentro de una cadena de trabajo al interior de la administración pública federal”.
Como parte de un estudio sobre la participación política de ellas en el ámbito legislativo, realizado por esa institución educativa, expuso que todas las secretarias y secretarios tienen igual rango en términos de jerarquía y salario, lo que no ocurre en los puestos inferiores.
Redacción