
El gobierno federal redujo bastante las diligencias, pero donde más reina el burocratismo es en las administraciones locales y estatales
El presidente de Fomento Industrial de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) a nivel nacional, Juan Manuel Chaparro Romero, apuntó que el trámite de una licencia de funcionamiento o de un permiso de uso de suelo implica que muchos funcionarios municipales alarguen tiempos, con el fin de que los empresarios se desesperen y ofrezcan dádivas para apresurar los trámites, orillando el proceso a la corrupción.
“Hay desesperación de los empresarios por la presión de sus clientes al surtir sus productos o seguir operando apropiadamente. Esto es consecuencia de la exagerada tramitología, sobre todo, para las micro y pequeñas empresas, al igual que para los emprendedores”, aseguró Chaparro Romero.

El gobierno federal redujo bastante las diligencias, comentó el presidente de la Canacintra. No obstante, matizó, que donde más reina el burocratismo es en las administraciones locales y estatales.
“En Naucalpan, si uno quiere pintar su local y no solicitó permiso lo multan, cobran entre mil y mil 500 pesos”, ejemplificó Chaparro Romero.
Asimismo comentó que en algunos servicios como el alumbrado público o los servicios de vigilancia, los empresarios deben instar continuamente e incluso pagar cuotas de “cooperación”.
“Hay algunos en Cuautitlán Izcalli donde el deterioro es evidente y las autoridades dicen que no pueden o no tiene para arreglarlos, pero si los empresarios cooperan, pueden trabajar, eso también es extorsión”.
“En la calle de Plásticos en Naucalpan que está sobre Periférico, por ejemplo, a cualquier hora del día están tres o cuatro motociclistas parando a los automóviles o camiones pesados por cualquier pretexto como la verificación y licencia de conducir. A esa vialidad se le conoce como la calle de los perros porque se la pasan mordiendo”.
Con información de Milenio