
Angel María Villar está acusado de administración desleal, apropiación indebida y falsificación, entre otros delitos
La Fiscalía Anticorrupción de España pidió este martes que Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ingrese en prisión provisional y sin fianza junto con su hijo Gorka luego de un posible daño de al menos de 45 millones de euros a las arcas del organismo.
Angel María Villar, su hijo Gorka, Juan Padrón y Ramón Hernández están acusados de administración desleal, apropiación indebida y falsificación de documentos, entre otros delitos, dentro de las pesquisas sobre las finanzas de las federaciones. Padrón es el vicepresidente económico de la federación española y también presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, y Hernández es secretario de esa federación regional canaria.
El presidente de la RFEF ha sido durante años una figura influyente en el mundo del futbol dentro y fuera de España, y en 2014 fue señalado por conducta cuestionable en un informe de la FIFA de las investigaciones sobre el proceso de candidaturas para el Mundial.

El directivo pasó las últimas dos noches en un calabozo de la Guardia Civil a las afueras de Madrid, apenas a unos pocos kilómetros (millas) de las oficinas de la federación, que fueron registradas el martes por la policía junto con varios inmuebles privados y oficinas de federaciones regionales.
El Consejo Superior de Deportes español ha prometido que las actividades de las que se encarga la RFEF, como las selecciones nacionales de futbol, el calendario de partidos de las competiciones entre clubes y el nombramiento de árbitros, no se verán afectadas por el escándalo.
El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Fernández de Vigo, dijo a la prensa el jueves por la mañana que el gobierno ha tomado “las riendas de la situación” y que “velará porque lo que estamos viendo en estos momentos no perturbe el funcionamiento normal de la federación y de la competición”.
Con información de Associated Press y El Mundo