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El último testigo de la fundación de Cruz Azul
Foto de internet

Luis Velázquez, es conocido como el Toro en Ciudad Cooperativa (antes Jasso). Su padre era aficionado taurino y deseaba que su hijo fuera torero, por ello, lo puso practicar pases y la colocación de banderillas. A veces Luis hacía de burel, lo que dio origen a su apodo.

El sueño del padre no se cumplió porque el Toro cambió el capote por el balón. Durante su juventud, Velázquez fue testigo de crecimiento del futbol en Jasso. “Teníamos títulos estatales porque los pueblitos no jugaban, nomás jugaban Tepeji y Cruz Azul. Acá jugábamos para eliminarnos contra Tepeji y contra Tlaxcoapan y Tolteca (que empezaban), los eliminamos. Después fueron creciendo y se fueron reforzando y se dieron unos agarres durísimos. Había muchas dificultades entre nosotros. El acabose fue en una eliminatoria del estado le rompieron la pierna a uno de nosotros, Antonio Díaz que era delantero, y Don Guillermo Álvarez Macías dijo ‘¡vámonos! ya no quiero más pleitos con los vecinos al rato va haber un muerto y hay evitarlo, vámonos para México’ y nos llevaron a la Primera División Amateur de allá. Eso fue como por 1954. Allá jugábamos contra Tranviarios, contra Lafayette, contra Cigarros El Águila, Azcapotzalco. Nos trasladamos al DF cada 15 días. Nunca dejamos a Jasso sin futbol. Luego entró la juvenil. Íbamos la juvenil y el primer equipo. Íbamos a Contreras, a la Alpina, a Loreto.”

Tanto era la pasión que Luis Velázquez tenía por el futbol que soñaba con ver a Jasso con un equipo profesional de futbol.  Así que cuando ingresó a trabajar como tornero a la cementera Cruz Azul intentó que su la Cooperativa se registrara en la Segunda División. “Yo era representante de los equipos de futbol.  Me jalaba al capitán e íbamos a ver la Federación, el Polaco Díaz. En México, nos alcanzaba el Cuico que tenía unas relaciones muy buenas en la Federación y nos metía donde quiera.  Se hablaba con Nacho Trelles, con Joaquín Soria Terrazas, con doctor Aguirre Colorado. El Cuico Sánchez decía que teníamos equipo para competir. Él nos empujaba, nos decía que cumplíamos con los requisitos para ingresar a Segunda: ‘¡Ya está! Mira, son cinco mil pesos de fianza, cinco mil habitantes- con Tula-, cancha empastada ¡ya lo tenemos! La protección con malla ciclónica ¡ya está!…’ Dos años estuvimos duro y duro y duro. Regresamos a las 12 de la noche sin camión. Nos bajábamos en San Juan del Río a la 1 o 2 de la mañana, el Polaco y yo con el Cuico Paulino Sánchez. Don Guillermo nos decía: ‘¡no muchachos!, espérense, vamos a entrar pero con todos los honores. No me gusta entrar así y tener un equipo mediocre’”.

Los esfuerzos rindieron frutos gracias a los contactos de Sánchez. “Viene la invitación que consiguió el Cuico de la Segunda División para participar en el torneo de Copa. Eran equipos de Segunda División porque la Primera tenía la Copa México. Le dijimos al jefe. ‘Prepárense porque vamos hacer una tribuna de 20 metros y seis o siete escalones’.  

El último testigo de la fundación de Cruz Azul - cruz-azul-ascenso-trofeo
Guillermo Álvarez Macías entrega el trofeo de campeón de la Segunda División al capitán del equipo, Porfirio Gutiérrez.

Para ese el torneo conocido como Copa Presidente Adolfo López Mateos hacían falta participantes, según explica el Toro Velázquez: “Había un invitado o dos. Ellos nos dieron una invitación. Como eran equipos impares, nos invitaron para que se pudieran hacer el par para que se pudieran hacer las eliminatorias. Se hacían las eliminatorias según el sorteo Fue el gancho.”

En ese torneo, la fusión de Jasso con Cruz Azul se había completado. “A esa Copa estábamos unidos con Lafayette porque competimos en Reservas a su nombre mientras terminaba el campeonato, una vez terminado íbamos a cambiar a Cruz Azul y nos íbamos a quedar en Reservas, esas eran las miras al unirse con Lafayette que andaba económicamente mal. Después nos reunimos un miércoles de ceniza en las oficinas de Cruz Azul. Entregamos la lista con todos los que querían entrar.”

Aunque no ganaron la Copa, mostraron que tenían nivel para competir con equipos profesionales. “Entramos y los tocó contra Zamora que traía un equipazo. Ganamos 2-1 y vamos allá y empatamos. Tuvimos una hora para salir del estadio. Yo me espanté, esto no es una guerra, es un deporte. No sabía cómo eran esas plazas, así es todo el Bajío. Contra Querétaro, igual. Aquí le ganamos 1-0 y allá empatamos. Fuimos contra la Universidad [Pumas] y nos eliminó. Hicimos un buen papel y Don Guillermo se animó cuando le ganamos a Zamora y a Querétaro y se quedó con la espinita de que sí teníamos equipo. Decía ‘tenemos equipo pero no la vamos hacer, no quiero tener un equipo mediocre, vamos a completar jugadores’.”

Sin embargo hacía falta recursos para inscribir al equipo a la Segunda División. Velázquez necesitaba hacer algo que demostrara que la Cooperativa apoyaría al equipo de Jasso. “¿Cómo le hago para convencer al Licenciado? Se me ocurre la idea pasar a la planta una lista para que se cooperaran con 100 pesos para sostener al equipo en Segunda División. Y me dan la sorpresa que firman 100. Ese dinero me lo fueron dando poco a poco, no lo van a sentir de sueldo. Fuimos a ver a Don Guillermo, Juan Díaz y su servidor. Nos entrevistamos ‘Ya te dije Huicho, no’-‘Mire aquí está la lista de todos los que quieren’, eran tres hojas. ‘¿Todos estos quieren entrar?- Sí…-Ya te dije desde varios años que necesitamos entrar bien, no me gusta estar tirando la cobija, no quiero un equipo mediocre. Vamos a ver…’ habló con el doctor Garcés que ve al encargado de Acción Social. ‘Vamos a reunirnos tal día en Cruz Azul para que lleve a sus ayudantes.’ Nos reunimos para formar el consejo estaba Don Guillermo, el doctor Garcés, Fernando Rojo y Ángel Sánchez.  Al doctor Garcés le pidió buscar jugadores y lo nombro presidente del equipo, Fernando Rojo como secretario y vocal Ángel Sánchez.  ‘Doctor ya tenemos aquí todo lo que se necesita para entrar a Segunda División’-‘Me parece bien pero ¿qué vamos a entrar con este equipo?’-‘No, usted lo que diga…’- ¿Qué contactos tenemos en Segunda?-‘Tenemos a José Luis Sánchez en el Celaya (de portero) y Lupe Díaz que se lo dimos a Tampico sin ningún centavo’ -Por favor tramite con los directivos de la Federación [Mexicana de Futbol] que nos regresen a ‘Lupe’, no les costó nada y vamos a aprovechar eso’-le pidió Don Guillermo al doctor Garcés. Se contrató a Jaime Lomelí, a Gabriel Peña, a Ángel Ferreira y Felipe Negrete, cinco jugadores se trajeron de Celaya, así reforzó. Todos se vinieron para acá. Con esos y Lafayette y dos jugadores de aquí, que eran Beto [Muciño] y Juan Díaz López el Polaco ya se completaba todo el elenco para entrar a la Segunda División. Entramos con el pie derecho y empezamos en media tabla. A los tres años tuvo problemas con los trabajadores porque le reclamaban que faltaban a la planta y me decía ‘¡ya vez Huicho! Tú tienes la culpa de haberme metido en esto…’Eso fue la historia hasta ahí yo les entregué al doctor Garcés y a los directivos que se encargaran.”

En esas primeras temporadas, algunos empleados de la cementera integraban la plantilla del equipo, cosa que a Velázquez no se le permitió. “El Polaco trabajaba y jugaba. A mí no me dejaron, era tornero, en grado de primera. Ya no podía salir a entrenar porque los entrenamientos eran a las 10 o  la 1 o 2. Me sentí con Don Guillermo y me dijo ‘¿sabes qué? Yo tengo algo para ti Huicho, nomás esperáte’- Pero mi vida es el futbol señor- Puedes jugar pero yo te necesito aquí en la planta, yo tengo otra cosa para ti…’. Después, a los dos años me dio un puesto de jefe.”

Como testigo de la fundación de La Máquina, Velázquez también estuvo presente el día que Jasso tuvo que cambiar de nombre para llevar el mismo que el club. “Después nos platicaba Don Guillermo que los directivos le reclamaban que porque [el equipo] tenía el nombre de una empresa. Hubo esa política. Yo era del Consejo de Administración y un día nos dijo ‘¿Qué hacemos muchachos? Vamos a hablar con el gobernador y que se le cambie el nombre, en lugar de ser Jasso que sea Ciudad Cooperativa para que no me estén fregando en la Federación’ Habló con el gobernador y se cambió el nombre y ahora estamos representando a Ciudad Cooperativa Cruz Azul, no estamos representando al producto.”

El sueño de ser futbolista no se cumplió del todo para el Toro. A sus 81 años puede decir que este deporte obtuvo “El gusto que me quedó fue que tenía el equipo de Cruz Azul y en particular, Jasso, tuvo un equipo profesional y más espectáculo. Era lo que deseaba desde chamaco.”

Por Paulo Medina