
El INEE aseguró que ya había presentado un presupuesto con una disminución del 22.6 por ciento de sus recursos pero tuvo un 30 por ciento más
El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), sensible a la necesidad de aplicar políticas de austeridad y convencido de la importancia de las medidas de ajuste propuestas por el gobierno actual, presentó una solicitud de gasto programático para 2019 de 997.3 millones de pesos, lo que representaba ya una disminución del 22.6 por ciento de sus recursos, con respecto a lo aprobado en el año 2018.
Sin embargo, derivado del proceso de aprobación presupuestal, al INEE se le disminuyó un 30 por ciento adicional, reducción que pone en riesgo el cumplimiento de su mandato constitucional; en particular la realización de las evaluaciones de las políticas educativas federales y estatales planeadas para el año entrante, así como los estudios que este Instituto ha venido realizando desde hace 15 años.
En las últimas semanas el Instituto ha sido objeto, junto con otros órganos constitucionales autónomos, de acciones que atentan contra su autonomía y su operatividad. El INEE parece ser especialmente incómodo para la actual administración: hace unos días, el Ejecutivo envió una iniciativa para retirarle la autonomía y volverlo una instancia que dependa directamente de la SEP. Ayer, la fracción mayoritaria del Legislativo aprobó un presupuesto que reduce sus ingresos en más de un 50 por ciento en términos reales con respecto al de 2018, lo que no ocurrió con otra entidad u organismo del Estado mexicano.
El deseo de extinguir al Instituto es explícito: si la reforma constitucional que se requiere para retirar la autonomía no alcanza la mayoría calificada que necesita (voto de dos tercios en cada Cámara), desde ahora se busca acotarlo por la vía de los hechos. Lo más lamentable es que las razones argumentadas para tales acciones se fundamentan en percepciones y opiniones que no han sido validadas con un análisis serio y directo.
Con información de Notimex