
El papa Francisco se ha mostrado preocupado por la situación migratoria mundial, sin embargo respetando las leyes de cada gobierno
El papa Francisco tiene entre sus mayores preocupaciones la crisis migratoria mundial, en la cual miles de personas ponen en peligro sus vidas en búsqueda de un futuro mejor para ellos y sus familias. Su postura al respecto se puede definir en la frase que dirigió a los sacerdotes Fabio Baggio y Michael Czerny, “de qué política hablamos”.
Ambos sacerdotes lo acompañan en la Sección Migrante y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, de la cual es el responsable único, en una decisión atípica.
Sobre la postura del papa en cuanto al problema migratorio, Baggio explicó a Alfa y Omega que para el sumo pontífice “el tema de fondo es el mundo dividido entre los ricos siempre más ricos y los pobres siempre más pobres. Es una falta de solidaridad real para el crecimiento de todos”.

Añadió que los migrantes son la prueba real de “las asimetrías y las desigualdades que se están institucionalizando cada día más. Ellos son el grito de los pobres que dicen: ‘aquí estamos, no se olviden de nosotros‘”, explicó Baggio en entrevista.
El padre recordó la anécdota del salvavidas, el cual les fue entregado a él y a Czerny hace algún tiempo para posteriormente decirles “hay que salvar vidas porque si las personas mueren, ¿de qué política estamos hablando?, ¿Qué podemos hacer si las personas ya no existen más?”
Explicó que la idea no es dar una acogida indiscriminada y “buenista” a los migrantes, sino preguntarse cómo integrarlos a otros países y qué hacer con ellos de modo que puedan salir adelante.
Asimismo, señaló que el papa ha buscado matizar su discurso en este aspecto, pues si bien sigue siendo urgente implementar medidas de acogida a los migrantes, también es necesario que estos respeten las leyes y políticas de cada gobierno, combinando valentía con prudencia.
Baggio señaló que lo candente de este tema ha contribuido prestar la atención a los Pactos Globales sobre Refugiados y sobre Migración. El primero fue presentado recientemente a Naciones Unidas, mientras que el segundo será presentado el 10 y 11 de diciembre en Marrakech.
En este sentido, la Santa Sede presentó un documento con 20 puntos en los cuales piden priorizar la protección de la vida de los migrantes, así como evitar expulsiones arbitrarias, y pidió atención especial a las repatriaciones voluntarias y la unificación familiar.
“Nos hubiese gustado ver más claro el compromiso por la no detención de niños. En el pacto se habla de buscar todas las formas posible para no detenerlos, pero no se excluyen esas alternativas. Nos hubiese gustado ver una declaración que diga que la persona humana, más allá de su estatus migratorio, sigue siendo persona. Ahí se reclaman derechos fundamentales para los migrantes aunque se encuentren en situación irregular, pero no es lo mismo”, añadió Baggio.
Finalmente, se mostró complacido de que la mayoría de los países firmen la convención, a pesar de que no es vinculante, pues es una muestra del interés de los gobiernos en la temática.