
Manuel de la Llata era un importante actor de doblaje, conocido por ser la voz de Christopher Reeve en Superman: The Movie
Uno de los sonidos más importantes de la Ciudad de México es la alerta sísmica, diseñada para evitar la muerte de miles de personas y que ha demostrado su utilidad en varias ocasiones. Sin embargo, pocas personas saben a quien pertenece la voz que se escucha en la alerta.
De acuerdo con un reportaje de The New York Times, la voz detrás de las palabras “alerta sísmica” es Manuel de la Llata García, un reconocido actor de doblaje y locutor, quien murió a los 72 años el 14 de junio de 2016.
En 1993, cuando se creó el sonido de la alerta, de la Llata ya llevaba 25 años de carrera y era reconocido como una leyenda en el mundo del doblaje. En ese lapso, había dado voz a Clark Kent, interpretado por Christopher Reeve en Superman: The Movie.

Además, interpretó al jefe de Los Ángeles de Charlie y a Melchor en la película Los Tres Reyes Magos, el primer largometraje realizado en México, cuyo guión fue escrito por Rosario Castellanos. Asimismo, dio voz a Atticus Finch, de “Matar a un ruiseñor”; Han Solo; Cornelio de “El planeta de los simios”; y Superman/Clark Kent en “Superman”.
Ya en los años 80, se dedicaba principalmente a prestar su voz para comerciales, una actividad que le garantizaba mayores ingresos. Algunos compañeros mencionaron que en una ocasión, mientras se encontraba en un banco en Perisur, una mujer se le acercó a preguntarle si era la voz de los comerciales.
“¿Usted es el que anuncia las criptas guadalupanas? Pues con esa voz sí dan ganas de morirse”, comentó. Pese a ser una celebridad del doblaje, pocas personas conocían realmente a de la Llata. Mantenía un bajo perfil, se negaba a dar entrevistas, rara vez asistía a reuniones y rehuía a sus admiradores.
En 1985, cuando se decidió que hubiera una alerta para anticipar los sismos, el actor era locutor institucional de la Asociación de Radio del Valle de México, por lo que se le pidió que fuerala voz de la alerta, bajo la idea de que fuera un sonido original y poco reproducible.
Finalmente en los años 80 de la Llata decidió retirarse de la actuación, alejándose de la Ciudad de México para vivir en Querétaro. Su vivienda, en el Rancho el Carmen, destaca por su cúpula con una cruz y por sus imágenes religiosas.
José Luis, quien vivió con el durante varias décadas, señaló que el actor estaba harto de la ciudad y el tráfico, por lo que prefirió dedicarse a la ordeña de vacas y a la cosecha, sin alardear de su carrera.
Con información de The New York Times