
Las especulaciones surgieron cuando este miércoles Trump empezó a difamar y a pronunciar mal sus palabras en un discurso
La secretaria de Prensa de Donald Trump, Sarah Huckabee Sanders, aseguró este jueves en conferencia ante los medios que el presidente de los Estados Unidos no sufre problemas de salud.
Las especulaciones surgieron cuando este miércoles Trump empezó a difamar y a pronunciar mal sus palabras al final de su discurso sobre el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel.
Sanders ya se había despedido de los periodistas reunidos en la sala de prensa, pero luego decidió que quería responder preguntas sobre la salud de Trump. Antes de contestar los cuestionamientos, la secretaria dijo que el presidente tenía la boca seca durante el discurso, lo que provocó que su pronunciamiento no fuera el correcto.
“Sé que hubo muchas preguntas sobre esto. Francamente, preguntas ridículas”, aseveró Sanders.
Por otra parte, la decisión del presidente de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel fue una promesa electoral a sus donantes judíos y cristianos evangélicos, sostuvo este viernes el diario El Tiempo en un editorial.

“Lo curioso es que detrás de esta decisión de Trump, tomada contra la opinión de algunos de sus más cercanos asesores, y del consejo de sus aliados de toda orilla hay un interés no internacional, sino doméstico: cumplir una promesa electoral a sus donantes judíos y cristianos evangélicos. ¿Pensando en la reelección?”, señaló.
Para el rotativo “Trump le había dado la orden a su yerno Jared Kushner, judío, de preparar un plan de paz. ¿En qué queda eso ahora si Estados Unidos, con esta decisión proisraelí, se pudo haber inhabilitado como mediador confiable?”.
Con información de The Washington Post