
El dictador está invirtiendo en la ciudad norcoreana Wonsan para convertirla en un centro turístico internacional
La ciudad de Wonsan es el destino predilecto de los norcoreanos para pasar el verano en sus playas, pescar y relajarse. Se encuentra a unos 140 kilómetros de la capital de Corea del Norte, Pyongyang, y sobre la costa del Mar de Japón. Es también elegida por el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un.
El dictador está invirtiendo en la localidad de 360 mil habitantes para tratar de convertirla en un centro turístico internacional y un lugar de exposición de Corea del Norte ante el mundo.
También planea desarrollar el sitio de pruebas de misiles desde el que ya ha lanzado 40 misiles y realizado numerosos ejercicios de artillería.
“Puede sonar desquiciado para los extranjeros que dispares misiles desde un lugar que buscas desarrollar económicamente, pero así maneja Kim Jong-un al país”, dijo Lim Eul-chul, experta en economía de Corea del Norte en la Universidad Kyungnam en Corea del Sur, a la agencia Reuters.
Los primeros planes para el crecimiento de la ciudad se anunciaron en 2014 y los panfletos para atraer inversionistas de la Corporación para el Desarrollo de la Zona de Wonsan (CDZW) ya superan las 160 páginas en coreano, chino, ruso e inglés.
El turismo es una de las últimas fuentes de ingreso y divisas internacionales con las que el régimen cuenta debido a las sanciones impuestas por las Naciones Unidas (ONU) para frenar su programa nuclear y de misiles balísticos, que en los últimos meses ha elevado la amenaza de una guerra catastrófica en la región.
Según los norcoreanos, Wonsan tiene un potencial de inversión que ronda los mil 500 millones de dólares en una zona de 400 kilómetros cuadrados en la que Kim Jong-un ya ha construido una pista de esquí y un nuevo aeropuerto.
También cuenta con 140 reliquias históricas, 10 playas, 680 atracciones turísticas, cuatro arroyos naturales, lagos y más de 3.3 millones de toneladas de barro con propiedades terapéuticas para la neuralgia y la colitis.
En este momento el régimen norcoreano está buscando inversores para una nueva tienda general de 7.3 millones de dólares, un desarrollo para el centro de Wonsan por 197 millones y un campo de golf de 123 millones.
A principios de 2016 el líder envió a 16 de sus colaboradores a la costa de España sobre el Mediterráneo para buscar ideas para Wonsan.
“Pudieron ver el resort Marina d’Or y el parque temático Terra Mítica e incluso filmaron ambos lugares”, señaló un portavoz de la embajada de Corea el Norte en Madrid.

Pero por el momento la llegada de inversores no ha sido fácil debido a las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU que han contado incluso con el apoyo de China y Rusia, antiguos benefactores de Pyongyang.
Bajo las medidas de castigo el comercio con el país está muy limitado, y en especial las inversiones en el país están prohibidas.
Pero Kim Jong-un sigue teniendo fe en su proyecto, con el que espera mejorar las condiciones de una población con serias carencias y que depende del mercado negro para abastecerse.
Con información de Reuters
