
La familia del menor anunció su muerte este viernes en un hospital británico a consecuencia de una extraña enfermedad
Charlie Gard, el bebé de 11 meses aquejado por una enfermedad terminal en Reino Unido, ha muerto este viernes en un centro médico de Londres, donde permanecía luego de que un tribunal le negara a sus padres la posibilidad de que el menor pasara los últimos días en su casa.

En un comunicado ante medios británicos, Connie Yates, madre del bebé, dijo que “nuestro hermoso pequeño se ha ido, estamos muy orgullosos de ti Charlie”.
El menor padecía una enfermedad extraña e incurable que le imposibilitaba realizar varias acciones básicas, como moverse e incluso respirar sin ayuda.
Los padres de Charlie lucharon una larga y tortuosa batalla legal para llevar al menor a un hospital en Estados Unidos, donde recibiría un tratamiento experimental sin garantía de éxito. Sin embargo, los jueces dieron la razón a expertos médicos del Reino Unido, que señalaban que el daño sufrido por el cerebro del menor era demasiado grave y no mejoraría su calidad de vida.
Charlie Gard, de 10 meses, padecía un trastorno congénito cerebral raro que no le permite mover brazos ni piernas o respirar sin ayuda. En un principio un médico en Estados Unidos ofreció tratarlo gratuitamente, sin embargo la justicia británica negó la posibilidad de que abandonara el país.
Posteriormente, el mismo doctor declinó su oferta, pues la última resonancia magnética realizada a Charlie mostraba que el menor no presentaba músculos en varias partes del cuerpo, por lo que salvarlo estaba más allá de toda posibilidad.
El caso recibió una importante atención internacional, al grado de que Donald Trump y el Vaticano ofrecieron su apoyo para intentar salvar su vida.
Con información de BBC