Rex Tillerson definió el acto como un nuevo incremento a la amenaza para Estados Unidos y el mundo
El gobierno estadounidense aseveró el martes que el más reciente lanzamiento de prueba por parte de Corea del Norte fue de un misil balístico intercontinental, tal como se había jactado Pyongyang y temían Seúl y Washington.
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, definió el acto como “un nuevo incremento a la amenaza” para Estados Unidos y el mundo.
Corea del Norte se mostró encantada por la ola de protestas internacionales generada por el lanzamiento, y se comprometió a nunca renunciar a sus misiles ni a sus armas nucleares, y a seguirle enviando a Washington más “paquetes de regalos” de pruebas de armamento.
En un despliegue de fuerza como respuesta directa a la provocación norcoreana, soldados estadounidenses y surcoreanos dispararon el martes misiles de precisión “de impacto profundo” hacia las aguas territoriales de Corea del Sur, indicaron autoridades militares estadounidenses en Seúl. El lanzamiento de los misiles mostró la solidaridad entre Washington y el gobierno surcoreano, indicó la 8va Unidad Militar estadounidense en un comunicado.
A solicitud de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sostendrá una sesión de emergencia el miércoles en la tarde. Tillerson dijo que forma parte de la respuesta estadounidense, que incluirá “medidas más estrictas para que la RPDC rinda cuentas”, señaló, refiriéndose a la República Popular Democrática de Corea.
“Se requieren acciones globales para detener una amenaza global”, dijo Tillerson. “Cualquier nación que albergue trabajadores norcoreanos, provea cualquier beneficio económico o militar, o no implemente en su totalidad las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, está ayudando y es cómplice de un régimen peligroso”.
Estados Unidos “nunca aceptará a una Corea del Norte con armas nucleares”, subrayó.
En el comunicado de Tillerson, emitido el martes en la tarde mientras la mayoría de los estadounidenses celebraban el 4 de Julio, resalta la ausencia de menciones a China, a quien el gobierno de Donald Trump ha pedido ayuda para que presione a Pyongyang sobre su programa de armas nucleares.
La oleada de indignación sólo pareció inspirar al gobierno norcoreano, que emitió un comunicado el miércoles a través de sus medios de comunicación estatales en el que describió cómo el líder Kim Jong Un ha exhortado a sus científicos a “enviarles frecuentemente ‘paquetes de regalos’ grandes y pequeños a los yanquis”, una aparente referencia al continuo flujo de pruebas nucleares y de misiles que Kim ha ordenado desde que asumió el poder a fines de 2011.
Pyongyang también pareció complacido de haber efectuado su prueba justo durante la celebración de la independencia de los estadounidenses. Se indicó que Kim les dijo a sus “científicos y técnicos que Estados Unidos se disgustaría de ver la opción estratégica de la RPDC al recibir un ‘paquete de regalos’ de la RPDC en su ‘Día de la Independencia’”. Corea del Norte tiene antecedentes de efectuar sus pruebas de armas el 4 de Julio o en fechas cercanas.
En los últimos días, el gobierno norcoreano ha seguido probando sus misiles en un claro desafío a la presión global, y Trump ha comenzado a expresar sus dudas de que Beijing cumpla lo que se le ha solicitado. Su gobierno ha tomado una serie de medidas en contra de intereses chinos que dejan entrever que al mandatario se le agota la paciencia.
Los comentarios de Tillerson son la primera confirmación pública por parte de Estados Unidos de que se trató de un misil balístico intercontinental (ICBM por sus iniciales en inglés), lo que representa un gran avance tecnológico para Pyongyang y su prueba de misiles más exitosa a la fecha.
Desde el punto de vista estadounidense, el principal peligro es la posibilidad de que Corea del Norte acople una ojiva nuclear en un ICBM. La más reciente evaluación de inteligencia estadounidense es que el gobierno norcoreano aún no cuenta con la capacidad de montar una ojiva nuclear lo suficientemente pequeña en un misil balístico intercontinental.
Los reportes iniciales del ejército estadounidense indicaron que se trataba de un misil de alcance intermedio. El Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD por sus iniciales en inglés), afirmó que el misil no representaba una amenaza para Norteamérica.
En su respuesta inicial del lunes, Trump exhortó a China a través de Twitter a “¡actuar con firmeza sobre Corea del Norte y poner fin a este absurdo de una vez por todas!”. Pero también dijo que es “difícil de creer” que Corea del Sur y Japón, los dos aliados estadounidenses que corren mayor riesgo por las actividades norcoreanas, “toleren esto mucho más tiempo”.
Redacción
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