
Todo fue parte de una prueba para mejorar la seguridad en las aeronaves
Fotos de archivo de 1984, muestran el momento exacto en que un Boeing 720 vuela y se estrella drmáticamente.
Sin embargo, no se trata de ningún accidente fatal, esto fue una manifestación de impacto controlado por la NASA y la Administración Federal de Aviaón para probar un aditivo de combustible que esperaban que funcionara como un inhibidor de incendios en caso de accidentes.

El avión también había sido cargado con sensores y cámaras de video para producir datos necesarios que llevaran a la mejora de la seguridad de la aeronave, misma que también contenía complementos como asientos, ventanillas y materiales a prueba de fuego.

En el periodo mencionado, el Boeing realizó 14 vuelos que ponían a prueba el combustible así como se controlaba el rendimiento del motor.
El vuelo, se realizó el 1 de diciembre de 1984, cuando el avión despegó controlado remotamente por el piloto de investigación de la NASA Fitzhugh Fulton y estaba cargado con 34 mil 500 kilogramos de combustible.
La idea era que al momento del aterrizaje, la aeronave cayera de manera estrepitosa para hacer un contacto con el suelo de manera que se lograra un impacto que hiciera que un ala se rompiera y golpeara el motor interno para destruirlo y provocar una fuga masiva de combustible.
Aunque el aditivo para prevenir incendios resultó inútil, el experimento logró reunir una gran cantidad de datos relacionados con la seguridad, que se pudieron comprobar gracias a las cámaras que se colocaron en el interior del avión, mismas que mostraron la eficacia de los accesorios incluídos en el interior como el diseño de los asientos.
Nasa hace demostración de impacto controlado de un Boeing 720 from López-Dóriga Digital on Vimeo.
Simular un accidente de manera real, llevó a tener en cuenta las necesidades verdaderas en cuestiones de seguridad de un vuelo, lo que abrió una nueva era en la aviación.
Con información de Daily Mail