
Tras homicidio al agente Julián Pesina se ha abierto discusión sobre las violentas operaciones de la Mafia Mexicana de Texas
Julián Pesina, el oficial de Balcones Heights, fue asesinado a tiros en mayo de 2014. Desde su muerte, ha habido toda una serie de noticias y escándalos de corrupción que involucra al oficial y a la Mafia Mexicana de Texas, a quien se le atribuye el homicidio.
El oficial de Balcones Heights (una pequeña localidad en Texas), también era miembro de la Mafia Mexicana de Texas (MMT), una expresión texana de una organización criminal que ha sido descrita como “la madre de todas las pandillas” en Estados Unidos.


De acuerdo con documentos legales, Pesina “vendía narcóticos y pagaba ‘el diezmo’ (un impuesto de 10 por ciento para protección callejera) a la MMT, cuando la MMT conoció, por la página de Facebook de Pesina, que era un oficial de policía”. Esta doble vida, provocó su muerte.
Autoridades reportan que encontraron su cuerpo, lleno de tatuajes, frente a un negocio que le pertenecía: un salón de tatuajes llamado “Notorious Ink Tatoo and Piercing Studio”.
El pasado 12 de agosto, un hombre llamado Jerry Idrogo, alias Spooks, de 35 años y un sargento de la Mafia Mexicana de Texas, se declaró responsable del asesinato, mismo por el cual ahora enfrenta cadena perpetua en una prisión federal.

La Mafia violenta
Este caso abre la discusión sobre las operaciones de La Mafia Mexicana, grupo criminal originado en la década de los sesenta en las prisiones de California y cuyo dominio ahora se extiende hasta las calles de ese y otros estados del país, tales como Arizona, Oklahoma y Texas.
El portal salvadoreño El Faro vincula a esta organización, caracterizada por su alta comisión de crímenes con alto grado de violencia, con el nacimiento de la temible Mara Salvatrucha, la denominada MS-13.

“Cuando los salvadoreños llegaron en masa a California en los últimos años setenta y en los primeros ochenta (…) los mexicanos y sus descendientes, los chicanos, ya tenían décadas de organizarse en pandillas”, se explica en un reportaje sobre el origen de la MS-13 publicado por El Faro en agosto de 2012.
“Y en la cúspide de la cadena alimenticia habitaba sola y voraz la Mafia, la organización de los señores”, explican ahí los periodistas Carlos Martínez y José Luis Sanz.
De hecho, según Martínez y Sanz, el 13 número asociado a la Mara Salvatrucha, no es una referencia a la calle 13 del Suroeste de Los Ángeles, como se afirma comúnmente. “El 13 es en realidad un apellido que indica pleitesía a una fuerza criminal mayor, a los señores, a la Mafia Mexicana”, asegura la publicación.
Una fuerza de la que ni el policía Pesina pudo escapar.

De acuerdo con los documentos legales de la Oficina del Fiscal de Texas, el caso estipula que “Idrogo, bajo las órdenes de un superior dentro de la MMT, condujo a dos individuos, Alfredo Cardona y Jesse Santibañez, al negocio de Pesina donde estos dispararon y mataron al policía”.
El día del asesinato, el 4 de mayo de 2014, Idrogo citó a Pesina en su salón de tatuajes para que pagara el “diezmo”. “Justo antes de reunirse con Pesina, Idrogo dejó a Santibañez y Cardona al lado del edificio. Cuando Pesina caminó hacia el coche y le entregó el dinero para pagar el ‘diezmo’, Santibañez y Cardona dispararon y mataron a Pesina”, explicó la Fiscalía.
Con ello, según las autoridades, ambos sujetos “debían demostrar su lealtad (a la pandilla) obedeciendo la orden de participar en el crimen”.
El policía corrupto, por su parte, sin saberlo estaba siendo vigilado por el FBI y por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, como parte de una investigación sobre narcóticos.
Las autoridades confirmaron posteriormente que estaban investigando a Pesina y que planeaban arrestarlo.

Caso extremadamente raro
“El caso de Pesina es extremadamente raro”, señaló al medio BBC Gabriel “Gabe” Morales, personal que trabajó durante décadas como oficial correccional en prisiones de California, Seattle y Washington, y es especialista en intervenciones para la prevención de crimen juvenil.
“Esta pandilla rara vez se involucra con oficiales de la ley y el orden porque saben que esto les complica las cosas”, agrega Morales, quien también es autor de los libros “La Historia de la Mafia Mexicana” y “La Familia: Prison Gangs in America” (“Pandillas en las Prisiones de EE.UU.”).
Explicó que la Mafia Mexicana se formó originalmente en las prisiones de California a fines de 1950 para proteger a los presos hispanos de los ataques racistas de otras agrupaciones dentro del sistema penitenciario. Su poder pronto logró extenderse hacia las calles de ese estado estableciendo una rivalidad con las pandillas más peligrosas, como la “Hermandad Aria” y la “Calle 18”, para el pago de impuestos, protección callejera y venta de armas y narcóticos.

“Hay distintas Mafias Mexicanas en distintos estados”, explica Gabe Morales. “La de California es diferente de la de Texas, la de Arizona y Oklahoma, etcétera. Y aunque operan de forma similar tienen líderes distintos y miembros distintos”.
Y la Mafia Mexicana de Texas, dice Morales, se ha vuelto una de las pandillas más poderosas del país, al punto de que algunos incluso la califican como la más poderosa y violenta.
Orígenes
La MMT se formó en la década de los ochenta cuando sujetos encarcelados en prisiones federales conocieron a miembros de La Mafia Mexicana de California y copiaron su agrupación.
“La Mafia Mexicana de Texas, llamada también “Mexikanemi” y cuya base es San Antonio, se volvió una de las pandillas más poderosas y mejor organizadas, incluso contando con su propia constitución, tanto a nivel estatal como en las prisiones federales”, dice Morales.
Un análisis del Departamento de Seguridad de Texas de 2015 afirma que la organización tiene aproximadamente 4 mil 700 miembros y asociados, organizados en rangos claramente definidos basados en un modelo paramilitar.
Así, pese a que la base de poder de la pandilla está en las prisiones, su poder se extiende a las calles del estado.


“Cuando alguno de los miembros de la MMT sale de prisión, lo primero que tiene que hacer es reportarse a la pandilla, porque, si no lo hace, de inmediato se sospecha de él, se piensa que está tratando de dejar a la pandilla o de traicionarlos”. “Incluso pueden matarlo”, explicó Morales a BBC.
“Porque la pandilla es de por vida”. Es un ciclo de violencia que no tiene fin, dice el experto.
Con información de BBC