
El chofer de la unidad 1531 confesó ante la CNDH, que participaron policías federales y de Huitzuco en desaparición de normalistas
El caso Ayotzinapa tuvo un nuevo giro con la inclusión de la declaración de un chofer que relaciona a la Policía Federal y elementos de seguridad pública de Huitzuco en la desaparición de los normalistas.
El día de ayer, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer los resultados de su investigación en la desaparición de los jóvenes, quienes iban en el camión 1531 de Costa Line rumbo a Ayotzinapa.

El chofer del autobús 1531, quien es testigo protegido de la Procuraduría General de la República identificado como G.J.R., aseguró haber escuchado durante el ataque de policías de Iguala sobre la presencia de federales y elementos de Huitzuco.
De acuerdo al testimonio, los policías de Iguala lanzaron gas lacrimógeno contra el camión y agredieron al chofer, amenazándolo de muerte, pero que al final dejaron libre.
Asegura que los policías federales permitieron que los elementos de seguridad de Huitzuco e Iguala, Guerrero, entregaran a los jóvenes a un individuo identificado como “El Patrón”.
“Desde la patrulla pude observar cómo iban bajando poco a poco a los estudiantes (…) uno de los policías le dijo a otro ‘ya no caben en la patrulla’, y el otro dijo ‘no importa, ahorita vienen los de Huitzuco'”, dijo en su declaración.
“En ese momento me pude percatar que llegaron más patrullas, las cuales eran de color azul y blanco y subieron a los demás estudiantes, de ahí yo vi que se fueron rumbo a Huitzuco”, agregó.

Anteriormente, G.J.R. había declarado ante la PGR que aquel 26 de septiembre fue retenido por los normalistas, quienes, a mando de alguien conocido como “El Güerito”, lo obligaron para llevarlos a Iguala a recabar dinero para la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México.
Mientras estaban boteando en Iguala, “El Güerito” ordenó estar cerca de la terminal de autobuses de la ciudad, para después “alterado” exigió ir a rescatar a sus compañeros que habían detenido. En el camino fue cuando recibieron los ataques de la Policía Municipal de Iguala, sucitándose lo narrado.
Con información de Milenio