Minuto a Minuto

Entretenimiento Encuentran muertos al director de cine, Rob Reiner y esposa en su casa de LA
El actor, director y productor Rob Reiner fue encontrado muerto este domingo en su casa de Los Ángeles junto a su esposa, Michele Singer
Internacional Identifican a cinco de las víctimas del atentado de Sídney, incluidos dos rabinos
Autoridades confirmaron la identidad de cinco de las 16 víctimas mortales del tiroteo ocurrido durante un festival judío en la playa de Sídney
Internacional “Vienen vientos de la muerte”; Petro tras el triunfo de Kast en Chile
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió que en América "vienen los vientos de la muerte", tras la victoria de José Antonio Kast en Chile
Nacional Saldo blanco en la marcha de la Generación Z de este domingo
Autoridades de Ciudad de México informaron que la marcha de la Generación Z realizada este domingo concluyó con saldo blanco
Sin Categoría Avión de JetBlue evita colisión con una aeronave militar de EE.UU. cerca de Venezuela
"Casi tuvimos una colisión en el aire", dijo el piloto de JetBlue, de acuerdo con una grabación de su conversación con el control de tráfico aéreo filtrada a los medios

Sabíamos que el bastón de mando que le dio el Presidente a Claudia Sheinbaum no existía, o existía a medias, o tanto como quisiera el que lo daba, no la que lo recibía.

Lo que no pensó nadie, al menos yo, es que la prueba de que el bastón no existía iba a ser tan pública y tan inmisericorde como fue.

Uno piensa que la negativa a que García Harfuch fuese candidato de Morena a Ciudad de México, podía habérsela dicho en corto el Presidente a Sheinbaum, desde que a ésta se le ocurrió proponerlo. Y ahí hubiera quedado clara la lección de fondo: “Tú no mandas, Claudia, mando yo”.

Pero no: el jefe dejó a Sheinbaum salir a la plaza a mover su propuesta y luego la fue mellando, o dejando que la mellaran, hasta llevar a Sheinbaum a dos momentos públicos penosos.

Uno, el mitin en el estadio de futbol del Cruz Azul, repleto ese día de gradas vacías. No le llevaron a nadie.

Luego, el mitin en la Arena México, ése sí lleno a reventar pero de los partidarios de Clara Brugada, la rival de García Harfuch y, en ese sentido, de la propia Sheinbaum, a la que le gritaron sin tregua y casi no dejaron hablar.

Al día siguiente, Brugada resultó la candidata de Morena en la ciudad, vencedora de Harfuch… y de Sheinbaum.

¿Por qué tanto circo, tantas maromas, tanta humillación? Porque así es el dueño del bastón de mando.

Un día, Porfirio Muñoz Ledo quiso volver a la causa de López Obrador, luego de haberse dado una vuelta impura por la de Fox.

Lo aceptaron y lo invitaron a hablar al Zócalo, en un mitin. Cuando llegó su turno y dijeron su nombre empezó en la plaza una rechifla histórica.

Jesús Ortega, que coordinaba la campaña de López Obrador, le sugirió al oído que pidiera a la gente una tregua para Muñoz Ledo. No la pidió.

Al terminar el mitin, Ortega le comentó a López Obrador: “Creo que se nos pasó la mano con Muñoz Ledo”.

López Obrador negó, sonriendo, y dijo:

“La plaza purifica”.

Se diría que ha dejado que la plaza purifique también a su candidata presidencial respecto de los alcances de su bastón de mando.