La primera definición ocurrió hace un mes, con el renacimiento de Sí por México, que comprometió al PRI, al PAN y al PRD en coaliciones electorales para el 2023 y el 2024
A un año del inicio formal de las precampañas por la Presidencia de la República, hay certezas sobre las alineaciones partidistas, mas no sobre los contendientes. La primera definición ocurrió hace un mes, con el renacimiento de Sí por México, que comprometió al PRI, al PAN y al PRD en coaliciones electorales para el 2023 y el 2024.
La coalición que acompaña a Morena desde el 2018 no subsistiría para la próxima campaña electoral. La definición en ese terreno depende de la suerte del “plan b” de la reforma electoral, aunque sin la llamada “cláusula de vida eterna”, el PVEM y —sobre todo el PT— deberán optar por nuevos derroteros, obligados a refrendar su registro nacional.
Movimiento Ciudadano decidió quedarse al margen de cualquier frente común en el 2024 y ofrecerá sus candidaturas a la sociedad civil, con el objetivo irrefutable de convertirse en la fuerza que compita por Morena por la hegemonía, en el sistema de partidos.
¿Una comunicación alternativa es suficiente para derrotar a los ejércitos electorales del oficialismo y de Sí por México? ¿El bloque de contención podrá trascender la defensa del INE y enfocarse hacia la construcción de una opción viable para competir contra Morena?
Ciudadana es la definición para el 2024. Un amplio bloque de organizaciones de la sociedad civil ha emplazado a la oposición para ser incluidos en la mesa que conduzca el proceso de selección del candidato aliancista a la Presidencia. De una elección primaria —según algunas voces que impulsan esa inclusión— saldría una candidatura bien posicionada, de amplios consensos.
El hartazgo de una amplia franja del electorado hacia los políticos tradicionales puede pavimentar una tercera vía. Y también, la insatisfacción con los gobernantes. Ni la continuidad de la Cuarta Transformación ni un gobierno de coalición para salvar al país. Anclada en el pragmatismo, la apuesta del partido naranja es arriesgada: lograr que una alta participación de electores —especialmente los jóvenes— cansados de la retórica oficialista y de los políticos tradicionales.
El próximo martes 31 —si no hay cambios de última hora—, la dirigencia emecista lanzará la invitación para construir una nueva mayoría electoral basada en una propuesta socialdemócrata, de reconciliación nacional. Ni de reconstrucción ni de restauración. Ni de nacionalismo ortodoxo ni de liberalismo rampante. Antes, un grupo de intelectuales y líderes políticos harán un llamamiento para construir una alternativa viable.
Efectos secundarios
¿FUTURISMOS? Los números no mienten: entre los personajes mejor posicionados están comunicadores —llámense Ciro Gómez Leyva y Carlos Loret— y gente del mundo del espectáculo, antes que gobernadores, legisladores o integrantes del gabinete presidencial. Del infoentretenimiento, el más popular es Eugenio Derbez, quien nuevamente regresa a la escena pública con Radical, un filme “basado en hechos reales” que aborda la problemática educativa y fue incluido en el programa oficial del Festival Sundance. Sin tanta presencia están Diego Luna, Gael García Bernal y Chumel Torres.
CORRECCIÓN. El rector de la UNAM, Enrique Graue, anunció que abrirá un espacio para que la ministra Yasmín Esquivel Mossa aporte pruebas de descargo y presente los argumentos que desvirtúen las acusaciones en su contra, por el presunto plagio de su tesis de licenciatura, hace 35 años. En el desahogo de este penoso caso, reiteró, la Universidad no actuará precipitadamente.
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