
Apenas hace año y medio, Joaquín Guzmán Loera vivía uno de sus días más oscuros al ser capturado en Mazatlán, en el número 608 del malecón, la Avenida del Mar. Apenas asomaba el sol, cuando el hombre más buscado de México, había sido capturado en el departamento 401 de dicho lugar. El operativo final había … Continued
Apenas hace año y medio, Joaquín Guzmán Loera vivía uno de sus días más oscuros al ser capturado en Mazatlán, en el número 608 del malecón, la Avenida del Mar. Apenas asomaba el sol, cuando el hombre más buscado de México, había sido capturado en el departamento 401 de dicho lugar.
El operativo final había durado varios días y aquella mañana, el presidente Peña Nieto informaba a través de su cuenta de Twitter de la detención del narcotraficante más buscado del mundo.
En la operación no hubo bajas. Se hizo sin disparar un solo tiro. Según Jesús Murillo Karam, el entonces procurador de la República, se catearon predios donde Guzmán Loera acostumbraba estar y que en varias ocasiones logró escapar porque cuando las autoridades llegaban, tardaban en ingresar porque las puertas estaban reforzadas y las casas estaban conectadas por túneles, por los que logró escabullirse. Precisamente, fue gracias a un túnel que el Chapo Guzmán logró escapar otra vez. Ahora, del penal de máxima seguridad del Altiplano.
Y entonces llegó el sábado. La Marina se había establecido en un bunker de Mazatlán y al filo de las 6:40 h, los agentes irrumpieron en el condominio de la Avenida del Mar, un complejo habitacional de clase media y que a juzgar por su apariencia, pocos podrían haber imaginado que el hombre más buscado de México, se escondía allí.
Esta noche, el Chapo Guzmán volvió a utilizar un túnel para escapar.
Por Fernando Del Río
