El presidente francés defendió este viernes, Día Internacional de los Trabajadores, el rol del trabajo como sostén de la nación
El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió este viernes, Día Internacional de los Trabajadores, el rol del trabajo como sostén de la nación, a poco más de una semana para que el país inicie la desescalada del confinamiento por la crisis del coronavirus.
“Es gracias al trabajo, celebrado este día, que la nación resiste”, dijo el jefe del Estado en tono optimista en un video transmitido en Twitter.
El mensaje tuvo un acento particular pues por primera vez en años las tradicionales manifestaciones del 1 de mayo no salieron a la calle, y tuvieron que limitarse a mensajes en redes sociales, caceroladas aisladas y alguna que otra pancarta en los balcones.
Macron mandó unas palabras a las organizaciones sindicales que no pudieron “celebrar las tradicionales marchas”, y a los trabajadores que han asumido un papel elemental en la crisis: personal sanitario, fuerzas del orden, pero también agricultores, funcionarios, autónomos y quienes hacen ahora teletrabajo.
“El espíritu de este 1 de mayo, de solidaridad entre los trabajadores, nunca ha sido tan potente”, dijo, y zanjó su declaración con un mensaje de ánimo, prometiendo a los franceses que “juntos” remontarán la “difícil prueba” de la crisis sanitaria.
Pasar a la acción
La misiva no fue vista precisamente como una mano tendida por los sindicatos. El secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Philippe Martinez, le respondió en la emisora “France Inter” que es el momento de “pasar a la acción”.
“Es el mismo presidente que decía que las organizaciones sindicales no servían de mucho. Si elogia a los trabajadores, los que están en primera línea, que lo demuestre. Está bien que nos escuche, pero es mejor tener en cuenta las medidas que defendemos desde años”, le reprochó Martinez.
Para el sindicalista de origen español, uno de los rostros más conocidos del país por su férrea oposición a las reformas laborales y estructurales de Macron y su antecesor, François Hollande, esta crisis pone en evidencia lo que su sindicato denuncia.
“Pienso en los hospitales, en el movimiento social contra el recorte de camas, las peticiones de más contrataciones, esto es lo que esperamos del Gobierno”, dijo.
En cuanto al progresivo regreso al trabajo a partir del 11 de mayo, fecha inicial de la desescalada en Francia, el líder de la CGT defendió que lo primordial es la salud y garantizar que los trabajadores se reincorporen con seguridad, “que de momento no es el caso”, y citó el caso concreto de los profesores ante la inminente vuelta a las aulas.
Reducción de la jornada
También el primer sindicato de Francia, la reformista Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), enarboló en redes los valores de una “Europa protectora, más social, más democrática y capaz de aportar soluciones colectivas, económicas, sanitarias y ecológicas a la crisis”.
En Twitter, el partido de la izquierda radical La Francia Insumisa, de Jean-Luc Mélenchon, señaló algunas de las luchas de este 1 de mayo, como la reducción de la jornada laboral (defendida también por la CGT), el restablecimiento del impuesto sobre la fortuna y denunció la reapertura de los colegios el 11 de mayo.
Quienes este viernes pudieron volver al trabajo fueron los floristas que, con la tradición francesa de regalar un ramo de muguet como amuleto de buena suerte en este día, pudieron abrir un par de horas únicamente para que los clientes recogieran sus pedidos.
Así que a la tradicional “baguette” que aún saca a los franceses a la calle, se le sumaba este viernes este ramillete blanco, a pesar de las limitaciones para prohibir su venta callejera.
Juana de Arco
El 1 de mayo también es uno de los días más importantes del año para el partido ultraderechista de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (AN), pero no por la celebración de los trabajadores.
La formación conmemora tradicionalmente la figura patriótica de Juana de Arco con un encuentro frente a su estatua, junto al Louvre, presidido tradicionalmente por Jean-Marie Le Pen, su padre.
En esta ocasión, la presidenta del partido y su vicepresidente, el eurodiputado Jordan Bardella, ambos con mascarillas, depositaron un ramo de flores bajo la estatua en una cita que aprovecharon para mostrar su desacuerdo con algunas de las medidas del desconfinamiento.
“Considero que un desconfinamiento logrado es uno con pruebas de diagnóstico para todo el mundo y mascarillas para todos”, dijo Le Pen, que estimó que “desde ya” todo el mundo debería usar mascarilla en el espacio público.
Con información de EFE
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