El Gobierno de España detectó un desajuste en las cifras de contagios y muertos por COVID-19, por lo que unificó el procedimiento para contabilizarlos
El Gobierno de España unificó este viernes el procedimiento de información regional de contagios, defunciones y altas médicas desde el comienzo de la epidemia de coronavirus para hacerla más detallada, y procederá a revisar y corregir datos tras detectar un desfase.
Sanidad informó 585 nuevas muertes por COVID-19, hasta 19 mil 478; así como 5 mil 252 contagios nuevos, hasta 188 mil 068. Las altas médicas fueron 3 mil 502, hasta llegar a 72 mil 963.
Sin embargo, al sumar los casos nuevos de hoy, no cuadran ni el total de decesos ni el de curados respecto a las cantidades facilitadas el martes, sino que serían distintos (19 mil 310 y 74 mil 797, respectivamente).
El Ministerio de Sanidad atribuyó esa divergencia de los “últimos días” a la información notificada por Cataluña, la segunda región española más afectada por la crisis sanitaria, mientras prosiguen las críticas sobre la supuesta falta de homogeneidad y certeza de los datos.
“Incoherencias” de los datos de Cataluña
En la rueda de prensa diaria sobre la epidemia, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el doctor Fernando Simón, explicó que hay una región, sin citarla, que proporcionó “dos fuentes de información” y, aunque “los datos han sido siempre coherentes”, en “los últimos días ha habido algunas incoherencias”.
“Cataluña -precisó el Ministerio de Sanidad en un comunicado posterior- había ido notificando información por dos vías diferentes. Ante las discrepancias en los últimos días entre los datos facilitados por estas dos fuentes, hoy se han recogido aquellos datos validados por las autoridades de Salud Pública de Cataluña”, pues se considera que ofrecen “más rigurosidad”.
Según Sanidad, allí se han contabilizado 38 mil 316 positivos, dos mil 305 ingresos en la UCI, 3 mil 752 muertos y 12 mil 787 curados hasta ahora.
El Gobierno catalán incluyó el jueves a los muertos con síntomas de coronavirus, aunque sin pruebas diagnósticas, según datos aportados por las residencias de ancianos y las funerarias, algo que el Ejecutivo español no admitió.
Simón dijo hoy que se está “tratando de corregir las series para que las fuentes de información sean homogéneas”, y avisó de que, durante algunos días, “2, 3, 4”, los datos podrán “parecer un poco extraños”.
En otra comparecencia de prensa, el ministro Salvador Illa matizó que la serie histórica solo se va a ajustar en lo referente a esta “incidencia”.
Una información más detallada
En estas circunstancias, el Gobierno decidió unificar los criterios para todas las regiones de notificación de la información sobre el impacto de la epidemia desde el 31 de enero pasado, con la inclusión de datos más detallados.
El ministro Illa afirmó que el Ejecutivos es “muy exigente” con la calidad de la información que solicita a las regiones, una “exigencia que ha sido, es y será permanente”.
A partir de hoy, las regiones deberán remitir el total de víctimas mortales desde entonces, así como los casos acumulados confirmados mediante prueba diagnóstica (PCR -más fiable- o test rápido de anticuerpos), incluyendo sintomáticos y asintomáticos.
También el número de personas con síntomas y sin síntomas en el momento de la prueba y las que han ingresado en centros hospitalarios u otros, incluidas las unidades de cuidados intensivos, así como las altas,
El nuevo modelo servirá, además, para afinar la información disponible para preparar la fase de “desescalda” o fin progresivo del confinamiento de la población, que continuará al menos hasta el 26 de abril.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, explicó que el Gobierno estudia una reanudación total de la actividad en dos tiempos: “Uno que abarcará los sectores productivos hasta el verano y otro que se extenderá hasta final de año” y que afectaría al turismo, la cultura o el ocio.
Dudas de la oposición
La cantidad oficial de contagiados y, sobre todo de defunciones, es cuestionada en España por la oposición parlamentaria de conservadores y, sobre todo, de la extrema derecha, así como por algunas autoridades regionales, pues creen que es mucho mayor.
Las residencias de ancianos son uno de los principales focos de contagio y muerte durante la epidemia, donde han muerto varios miles de personas mayores sospechosas de estar infectadas, pero sin la atención adecuada en bastantes casos. La Fiscalía española investiga penalmente a 38 de esos centros y permanecen abiertas 124 diligencias dentro del ámbito civil.
“Es lamentable que el Gobierno ponga hoy en duda el recuento de víctimas”, mientras “se niega a decretar luto”, reprochó hoy en Twitter el líder de la oposición, el conservador Pablo Casado (Partido Popular).
Pidió la comparecencia en el Congreso del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, a quien compete los datos del Registro Civil, para que informe del número real de víctimas.
El jefe del Ejecutivo, el socialista Pedro Sánchez, se entrevistará el lunes con Casado para explorar un acuerdo para la reconstrucción económica y social del país tras la crisis del coronanavirus.
Con información de EFE
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