Elecciones 2024
Elecciones 2024

La cotización del peso frente al dólar ha tenido una recuperación importante después de tocar un máximo histórico de 19.88 pesos, en la víspera del primer debate entre Hillary Clinton y Donald Trump a finales de septiembre.

Aunque el comportamiento del peso mexicano ante el dólar depende de muchas variables, uno de los factores dominantes durante las últimas semanas ha sido la fuerte caída en la probabilidad de triunfo del candidato republicano Donald Trump. De acuerdo con el portal fivethirtyeight.com, la probabilidad de triunfo de Trump pasó de un máximo de 45% el 26 de septiembre a 15% al día de ayer. Ahora que el efecto Trump se está disipando, es importante entender cuáles son los otros factores fundamentales que están evitando una mayor recuperación del peso.

Para los expertos, hay tres factores fundamentales desde el punto de vista económico que restringen el potencial de apreciación del peso: I) el creciente déficit en la cuenta corriente; II) la situación de las finanzas públicas y las de Petróleos Mexicanos (Pemex), y III) la falta de crecimiento económico.

La cuenta corriente, que es un apartado dentro de la balanza de pagos que contabiliza todos los flujos entre los residentes de un país y el exterior como consecuencia del intercambio de bienes y servicios, rentas y transferencias, ha sufrido un deterioro constante en términos absolutos desde el 2010, pero más marcadamente a partir del cierre del 2013.

El déficit en cuenta corriente pasó de 5,194 millones de dólares en el 2010 a 31,725 millones en el 2015. En términos relativos, el déficit en cuenta corriente pasó de representar 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2010 a 2.8% al cierre del 2015, su nivel más alto desde 1998. Aunque el déficit en cuenta corriente como porcentaje del PIB sigue siendo bajo en comparación con otros países, el deterioro es notable.

Dicho deterioro se puede atribuir principalmente a los siguientes factores: I) la caída en las exportaciones petroleras (como resultado de menores precios pero sobre todo de una menor producción); II) un fuerte aumento en las importaciones de gasolina; III) una desaceleración de las exportaciones manufactureras, y IV) una desaceleración en los flujos de inversiones provenientes del exterior (tanto en Inversión Extranjera Directa como en inversión financiera). Este detrimento se ha dado a pesar de la fuerte depreciación en el tipo de cambio de los últimos 18 meses.

Por otro lado, las finanzas públicas han tenido un importante deterioro durante los últimos cinco años. Aunque el gobierno ha logrado un incremento muy importante en los ingresos tributarios, la caída en los ingresos petroleros y un fuerte aumento en el gasto público combinado con un entorno de bajo crecimiento económico han provocado un fuerte incremento en los niveles de endeudamiento público.

La relación de deuda a PIB pasó de 34% en el 2012 a más de 50% para este año. Aunque el nivel actual es aún saludable e inferior al de muchos otros países, lo preocupante es la tendencia ascendente tan pronunciada. Aunque el gobierno federal ha anunciado recortes importantes al gasto para el 2016 con el objetivo de lograr un superávit primario y detener el deterioro en la relación deuda a PIB, muchos observadores dudan de la capacidad del gobierno para cumplir con el recorte anunciado. Asimismo, la falta de un plan concreto y creíble para estabilizar las finanzas de Pemex amenaza con crear un lastre adicional a las finanzas públicas.

El triunfo de Hillary Clinton podría ayudar a que la cotización del dólar se acerque a 18.15-18.30, pero nuestra moneda seguirá presionada mientras México no revierta la tendencia creciente de sus déficits gemelos (cuenta corriente y finanzas públicas) y anuncie un plan de reestructura completa para Pemex.