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¡Hola de nuevo!

¡Me parece increíble que ya está por terminar el primer mes de 2017! Se nos van los días como agua entre los dedos. ¿Te pasa?

Hoy te tengo unas ideas y puntos de trabajo para seguir ordenando tu cartera y cuidando tu dinero. Hablaremos del crédito.

Aunque es un tema súper amplio, hoy quiero que nos enfoquemos en un subtema: nuestra situación personal frente al crédito, a.k.a. Buró de Crédito.

El crédito puede ser un gran aliado o nuestro peor enemigo. ¿Tú cómo lo ves? ¿Te ayuda o te complica? Cuéntame por twitter en @MarijoCodesal.

El crédito es lo mismo que un préstamo. Tener crédito significa que eres digno de confianza (no sabemos si mucha o poca). Y gracias a esa confianza una institución, en este caso, el banco o Elektra, te prestan dinero. Claro que pedir dinero prestado cuesta. Ese dinero que pagas “extra” por pedir prestado se llama interés.

Hoy hablaremos del Buró de crédito porque es una radiografía de cómo nos comportamos frente a esta opción, cada vez más común, para adquirir bienes y servicios. ¿Cómo usamos nuestro crédito? ¿Lo hacemos bien o mal? ¿Podríamos mejorar?

 

Sociedades de información crediticia.

Las sociedades de información crediticia son entidades financieras independientes y privadas que se dedican a recopilar información sobre el uso del crédito que hacen las empresas y que hacemos las personas.

Están autorizadas por la Secretaría de Hacienda, usan reglas de operación que les da el Banco de México y las supervisa la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Lo que quiere decir que no solamente un simple vecino puede ir juntando información (que además es personal y privada) nada más por que sí.

Solo existen 3 sociedades de este tipo en México. ¿Sabes cuáles son? No es tan importante saberlo, pero si te quedas con la duda puedes leer este artículo de la Condusef.

Lo que conocemos comúnmente como Buró de crédito no es más que una recopiladora de información. Su labor es importante dado que si no hubiera dónde consultar información sobre cómo usan el crédito las personas, no habría manera de que tuviéramos acceso a préstamos para nada.

¡Levante la mano quien no tenga deudas!

Felicidades a los que no. ¡Qué maravilla! Lo cierto es que todos tenemos deudas, aunque sea una tarjeta de crédito que llevamos al corriente. Mientras no la paguemos y esté en ‘0’, tenemos una deuda. Mientras la tarjeta de crédito esté activa aunque no debamos nada, estaremos en el Buró.

La gente a veces se asusta cuando le dicen que “está en el buró”.  La sorpresa es que, si en algún momento de tu vida has tenido una tarjeta de crédito, pagado sistemas de televisión por cable domiciliado o, si tienes alguna tarjeta de una tienda departamental, estás en el buró de crédito. ¡Y qué bien!

En realidad, casi todos estamos en el buró de crédito puesto que usamos los bancos, vemos la televisión por cable y hemos hecho compras en Liverpool o el Palacio de Hierro.

Digo que está bien porque ellos van llevando un historial personal en donde se establece si somos buenos pagadores, ordenados, puntuales, comprometidos, etc. y eso habla muy bien de ti y de mí.

Por supuesto que, sí hemos dejado de pagar, pagamos siempre fuera de tiempo, nos atrasamos y demás, también se verá reflejado en nuestro historial crediticio y eso nos hará ver un poco mal.

Nada más por eso, es importante tener un buen historial crediticio reportado en el Buró.

¿Tú como estás en el Buró de crédito?

¿Tienes buena calificación o estás en la calle de la amargura?

La única manera de saber cómo estás es solicitando tu reporte de crédito especial. Puedes consultarlo y descargarlo todas las veces que quieras. Es gratis si lo haces solamente una vez al año.  Las demás veces tiene un costo y puedes elegir unos paquetes.  Lo que te sugiero es que te metas a la página y lo solicites.

También la página te ofrece otras opciones que son importantes de considerar, como Alertas Buró y Alértame que, en lo personal, pienso que son importantes de contratar y consultar porque de esa manera sabes cuando alguien (persona o banco) está consultando tu información personal. También te manda alertas cuando hay un cambio en tu historial crediticio.  Muy importante de saber si tú no has abierto créditos y puedas estar siendo víctima de robo de identidad o de fraude.

Y de nuevo la pregunta: ¿tú como estás en el Buró de crédito?

Una vez que tienes en la mano tu reporte especial leerlo puede ser un poquito complicado. Si necesitas ayuda puedes recibir asesoría en la página del Buró también.

Lo importante es que te mantengas con palomitas verdes todo el tiempo.

Si tienes amarillo o taches rojos, ¡mucho cuidado! Tu situación se está complicando, aunque seguro lo sabes y te has hecho guaje. También puedes estar en situación crítica por ridiculeces como que te falten algunos centavos por pagar. ¡Créeme, pasa!

En mi consultoría personal me he encontrado con gente que no puede acceder a un crédito hipotecario por su buró de crédito, y no porque tenga mal historial, sino porque se reflejan todas las líneas de crédito que tiene abiertas. El banco suma esas cantidades y si resultan grandes, arriba del 40 por ciento de su salario, no autorizan los préstamos. Aunque la persona pague en tiempo y forma, no esté atrasada, ni complicada, los bancos no permiten acceder a más crédito por la cantidad de ingreso comprometido previamente en pagar créditos anteriores.

Saber cómo estás en el Buró de crédito es fundamental. Primero, para conocer tu patrón de endeudamiento. Segundo, para saber que esos créditos sí son tuyos y no te han cargado ningún muertito extra. Tercero, para corregir y mejorar en caso de que quieras acceder a créditos mayores como el automotriz o hipotecario.

Usa el trabajo que hacen las sociedades de información crediticia a tu favor.

¿Quieres saber la mejor parte?

Que saber concretamente cómo está tu situación frente al buró de crédito te permitirá tomar decisiones personales directas y puntuales para mejorar, corregir o cambiar por completo tu relación con el crédito. Eso te beneficia directamente a ti y de paso a los tuyos.

Recuerda que vienen unos años de vacas flacas así que reparar tu relación con el crédito será como preparar bien las velas para los vientos que se avecinan.

No te pierdas de la siguiente colaboración en la que trabajaremos con las tarjetas de crédito y algunos planes para usarlas mejor.

No dejes de enviarme tus dudas, preguntas e intereses a [email protected]. También podemos seguir esta conversación por las redes sociales. Aquí hay una oreja y una compañera para viajar al fascinante mundo de las finanzas personales.