Elecciones 2024
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No resisto la tentación de comentar con un poco de ironía las declaraciones que Vicente Fox expresó durante una entrevista con medios de comunicación en San Cristóbal, Guanajuato, el pasado domingo. El tema: el caso de la señora Rosa del Carmen Verduzco a la que ya todos conocemos como Mamá Rosa.

Según el ex presidente la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR) en el albergue operado por la precitada señora fue una respuesta a la presión que el gobierno de Estados Unidos está ejerciendo para el control de la migración infantil en México y Centroamérica. (Irrefutable el razonamiento del inefable guanajuatense: nada mejor para controlar la migración infantil hacia los Estados Unidos que extinguir un albergue, situado en el estado de Michoacán, donde los infantes vivían en calidad de presos. ¿Qué tal si se escapan y se van hacia la frontera norte?).

Continúa don Vicente y yo sigo con mis comentarios entre paréntesis: “Hay una presión americana (¿desde Alaska hasta la Patagonia?) sin ningún tipo de humanismo (tipo de sic), de respeto a los derechos de los niños (…) tienen razón (los gringos a los que él, hijo de John Quincy Adams y James Monroe, siempre llama americanos) en que su territorio es soberano, pero que no quieran dictar lo que se debe hacer en México”. (Estoy en total acuerdo: si dejamos que ellos nos digan qué debemos hacer puede darse el caso que un presidente estadounidense obligue a un presidente mexicano a decirle a un presidente cubano: “Comes y te vas”).

Para reforzar su tesis de que la acción de la PGR en el caso de La Gran Familia obedece a la presión del gobierno de Barack Obama, el director del Centro Fox soltó el siguiente enunciado, perla del idioma, cito textual: “Los norteamericanos (Norteamérica comienza en el Istmo de Tehuantepec) están acusando a México de dejar pasar a los migrantes, de que fue muy laxo en el control de la frontera. Y ahora decimos que sí la vamos a controlar, ahogado el niño, tápese el pozo”. (Nótese el reducido número de palabras para decir tantas pendejadas).

A continuación anunció que el lunes se reuniría con el procurador Jesús Murillo Karam para dar seguimiento a la situación legal de Mamá Rosa. (Tal vez para evitar la entrevista fue que el procurador Murillo se apuró y ese mismo día exoneró a la señora Verduzco con etiqueta de inimputable. Y aquí una pregunta: ¿por qué Fox que en la actualidad es un simple ciudadano notifica a la opinión pública que tendrá una reunión con el procurador como si éste más que una autoridad, a la que habría que solicitarle una audiencia, fuera su subordinado?).

Con su acostumbrada condición mental que lo hace inimputable, en otra parte de la entrevista dijo: “Llamo a la Suprema Corte: tienen que emprender una revisión al sistema de justicia del país”. (No cabe duda
que tiene cruzados los cables. Habla de entrevistarse con el procurador como si éste fuera su empleado y convoca a emprender una revisión del sistema de justicia cosa que cuando fue presidente ni siquiera intentó). Afirmó que era mentira que en el albergue de la señora Verduzco los niños fueran maltratados. Comparó el arresto de la dama con el michoacanazo (sin advertir que contienda electoral se avecina). “Los padres que acusan que sus hijos fueron víctimas de abusos, primero los abandonaron y ahora los reclaman”. (El raciocinio foxista irrebatible: hijo que es abandonado por sus padres puede ser víctima de abusos pero no se admiten reclamaciones).

Ejemplo de lógica, retórica y sintaxis es la siguiente declaración: “Todo lo que se dijo no es cierto. Con 99 por ciento de lo que se dijo se llevaron al baile a los medios de comunicación (exijo saber qué se hizo con el 1% restante); yo no sé por qué primero no pidieron pruebas, solicitaron ir a ver cómo estaba la cosa, por qué no entrevistaron a Mamá Rosa”. (Convencido del argumento foxiano desde ya deseo una entrevista con La Tuta, pido pruebas y quiero saber cómo está la cosa. No sea que lo agarren y me lleven 99% al baile. En caso de que me tocase que me lleven al baile que sea a 100%, por favor).

En plena entrevista don Vicente recibió una llamada de Mamá Rosa y ahí mismo surgió el plan de seguir operando el albergue La Gran Familia ahora con la ayuda de la Fundación Vamos México y de su presidenta doña Marta Sahagún.

La unión de estas tres fuerzas tendrá como objetivo la ayuda y la educación de los niños y jóvenes que ni estudian, ni trabajan –ninis-, en albergues que, como le propuso don Vicente a doña Rosa con la anuencia de doña Marta, serán como los internados del Tecnológico de Monterrey y tendrán como objetivo preparar a los muchachos en materia de ventas. Don Chente tiene la esperanza de que mientras los chavos se preparan se legalice la mariguana y así, una vez permitido el uso y venta de la hierba, tener una bien adiestrada fuerza de ventas para ofrecer Mota Mamá Rosa –con su rico sabor casero.