Elecciones 2024
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Una laguna en la ley de telecomunicaciones -artículo 251- para el uso de los llamados “tiempos oficiales” en radio y televisión a los que tienen derecho los partidos políticos ha suscitado un gran enojo en el partido mayor, es decir, en el PRI, secundado por su entenado, el amnésico Partido Verde Oportunista -léase Ecologista-, al que ya se le olvidaron las multas y llamadas de atención a las que se hizo acreedor, en los pasados comicios, por el Tribunal Electoral del Poder de la Federación (TEPJF), debido a su sistemática violación de la ley electoral.

El precitado artículo de la ley de telecomunicaciones originalmente tenía como propósito el debatir ideas y abordar temas educativos, culturales y de interés social, para lo cual -dice el texto de dicha ley: “deberán efectuar transmisiones gratuitas diarias en cada estación y por cada canal de programación, con una duración de hasta 30 minutos continuos o descontinuos”.

Como la educación de los mexicanos y el poco interés que, en términos generales, se tiene por la política y la cultura, aunado a la solemnidad y falta de credibilidad de los políticos, hace imposible que los radioescuchas y televidentes soporten un programa de 30 minutos con los temas ya citados, se aprovechó que la ley utilizó el adjetivo discontinuo para dividir los 30 minutos de tiempo concedido por el Estado en spots -millones de anuncios de 30 o 20 segundos-, para promover a candidatos y partidos.

Con ese problema se ha topado el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien ha visto cómo Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, y Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin restricciones de parte de la autoridad electoral, están aprovechando los espacios de los llamados “tiempos oficiales” que le corresponden a sus partidos, para hacer una campaña, aparentemente partidista, pero con un gran trasfondo personal con la mira puesta en el 2018. Inclusive, Andrés Manuel, que en un principio salía en los spots con carácter de vocero, esta semana fue nombrado ¡por aclamación! presidente nacional de Morena, para estar en las mismas condiciones de Anaya, de quien la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) opinó que no ha cometido ninguna ilegalidad, ni siquiera ha caído en sobreexposición de su persona por aparecer en los spots de su partido: Acción Nacional.

Así las cosas, el viejo zorro de la política, Manlio Fabio Beltrones, llamó tramposos y faltos de ética al queretano y al tabasqueño por aprovechar el vacío que hay en la ley para autopromocionarse. Pero la verdad sea dicha, a Manlio no le preocupa ni las trampas ni la falta de ética de sus homólogos. Beltrones lo que tiene es envidia de no poder hacer lo mismo en su partido: el tricolor. Ya parece que Peña Nieto y su triada: Nuño, Osorio y Videgaray -por orden alfabético- le van a permitir salir en un spot: herramienta que, a querer o no, posiciona en la mente del mercado electoral a quien sale en él.

Manlio demostró ser el político más hábil del país cuando a pesar de la oposición del Grupo Atlacomulco se subió a lo más alto del Revolucionario Institucional y ya minimizó a la chaperona que le pusieron en Los Pinos, la licenciada Carolina Monroy del Mazo (confieso que tuve que recurrir a Wikipedia para saber su nombre), hasta ahí va bien. Ahora mismo está preparando una reforma a la ley electoral para evitar los vacíos legales de los que Anaya y López Obrador abusan.

Beltrones está dispuesto a negociar con los otros partidos y, si es preciso, regresar al antiguo esquema de comunicación política, en el que los partidos podían comprar tiempo en los medios electrónicos. Y si de reforma electoral se trata, los priistas callan cuando alguien menciona la segunda vuelta. (Preferimos los torneos cortos, dicen).

Mientras hay reforma o no, le propongo al licenciado Beltrones un plan para aprovechar “el vacío legal de los tiempos oficiales”. Que se ponga de acuerdo con el presidente Peña Nieto para hacerles un spot a cada uno de los miembros de su gabinete y/o gobernadores que el preciso considere con méritos para el 2018. Así, el sonorense tendría un acuerdo con Peña Nieto para que éste ordenara: Grábale un spot a Nuño y ponlo esta semana. Como usted ordene señor presidente. Manlio ya quita el de Nuño porque las viejas ya se le lanzan más a él que a mi. Ahora grábale a Videgaray, que salga cacarizo para que no guste más que yo. Ah y que su hermano lo cotorree en La Sopa. El de Osorio Chong no lo grabes hasta que no agarremos al Chapo.

Ahora bien, si en el país se conociera y, sobre todo, se cumpliera la Constitución no habría necesidad de reformar la ley electoral para retirar todos los spots. El Artículo 134 de nuestra Carta Magna mandata: “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órganos de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines administrativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.