Elecciones 2024
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En unas horas sabremos quién será el próximo presidente de Estados Unidos. Habrá concluido un proceso electoral que dejará huella en la historia política de ese país. El choque entre el establishment de Washington y un outsider que rompió todas las reglas y todos los códigos de la corrección política dejará una nación escindida.

Sin duda, la principal responsabilidad recae en Trump. Su discurso xenófobo, racista y misógino desató las peores pasiones de la sociedad norteamericana, con consecuencias que trascenderán el momento electoral. Trump quitó el freno al discurso injurioso y, con ello, abrió espacio a la discriminación y a la agresión. En riesgo quedan los méxico-americanos.

El referendo del brexit estableció un ominoso precedente en este sentido. El discurso antiinmigrante que afloró en esa campaña incrementó los crímenes de odio, según los datos del Consejo Nacional de Jefes Policiacos del Reino Unido. Para la policía, este repunte se debe a que el voto por el brexit fue interpretado por algunos como una “licencia para comportarse de forma racista o discriminatoria” (The Guardian, 7/09/2016).

A nadie sorprendería que algo semejante ocurra con los inmigrantes en Estados Unidos si gana Trump. Pero lo más grave es que el encono social alimentado por las campañas difícilmente se desvanecerá aunque Clinton resulte triunfadora. A nuestros paisanos, un triunfo de la candidata demócrata no los exime de un entorno de discriminación y hostilidad. No por ella, sino porque quedarán millones de ciudadanos —los que votaron por Trump— que ahora consideran legítimo verbalizar su pensamiento e incluso actuar en consecuencia.

Si además el voto latino es decisivo para la victoria de Clinton, es previsible que entre los simpatizantes de Trump permee la sensación de que les han robado lo suyo y les han arrebatado la patria. Y su líder les ha dicho que todo se permite con tal de recuperarla. Ese “todo” conlleva escenarios complicados y riesgos para los méxico-americanos.

Para ellos no habrá festejos, gane quien gane habrá malas noticias.