Elecciones 2024
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Reviso las columnas publicadas en este espacio hace diez años, cuando empecé a escribir en MILENIO.

Compartiré estos días, propicios a la evocación, pasajes de aquellas columnas que me han sorprendido por su actualidad, su extravagancia o su pertinencia como ayuda de memoria.

Empiezo con la lista de mis creencias declaradas a los lectores desde el primer día de Día con día (23/10/2006).

Creo en la prensa más por los males que evita que por los bienes que procura, como decía Tocqueville.

Creo que la prensa debe ser dogmática con los hechos y liberal con las opiniones.

Creo que el bien básico que deben producir los políticos es administrar la discordia.

Creo que el bien básico que debe producir el Estado es seguridad. En sus tres dimensiones: seguridad física, seguridad patrimonial, seguridad jurídica.

Creo que el eje de la seguridad pública no es el uso de la fuerza, sino la aplicación de la ley.

Creo que el eje de la aplicación de la ley no está en la policía o en los tribunales, sino en la disposición de los ciudadanos a respetarla.

Creo que la democracia solo puede sostenerse en el marco del respeto colectivo de la ley.

No creo que la democracia resuelva todos los problemas públicos, solo el muy importante de quién gobierna y por cuánto tiempo.

Creo que la democracia no produce bienestar económico o equidad social, sino libertades públicas.

Creo que los gobiernos son un mal necesario: pueden estorbar mucho y resolver poco.

Creo que un gobierno que no cobra impuestos y no aplica la ley es un remedo de gobierno.

Creo que la economía debe ser de derecha y los gobiernos de izquierda, entendiendo por izquierda Felipe González y Ricardo Lagos, no Hugo Chávez ni Fidel Castro.

Creo ser un “socialista liberal”, a la manera de Manuel Azaña: “socialista a fuer de liberal”.

Creo que las creencias no son para siempre. Quien no ha cambiado de creencias a lo largo de su vida, no ha dejado que la vida entre suficientemente en él.

Creo que no hay que hablar siempre de política, ni siquiera cuando se escribe una columna política.

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