Elecciones 2024
Elecciones 2024

Las políticas proteccionistas para estimular el mercado interno y el empleo no son nada nuevo y sus resultados son, en el mejor de los casos, mixtos.

En economías en una etapa temprana de desarrollo, como lo fue México en la época del Desarrollo Estabilizador, las políticas proteccionistas fueron parte importante de un modelo que generó resultados muy positivos en términos de crecimiento y estabilidad económica, además de contribuir al desarrollo de la industria nacional.

Entre finales de la década de los años 50 y el comienzo de los 70 del siglo pasado, México levantó una serie de barreras comerciales para desincentivar las importaciones con el objetivo de reducir un creciente déficit comercial y con la idea de proteger a ciertas industrias que estaban en etapa temprana de desarrollo.

Además de estas medidas, el modelo se enfocó una política fiscal muy ortodoxa, manteniendo un equilibrio en las finanzas públicas.

Asimismo, la política monetaria se enfocó en mantener un crecimiento moderado en la base monetaria, contribuyendo a un entorno de baja inflación.

Durante este periodo, la economía mexicana logró crecer a una tasa promedio anual de 6.5% mientras que la inflación se mantuvo en niveles muy moderados.

Adicionalmente, el Producto Interno Bruto per cápita creció a una tasa anual de 3.7 por ciento. Sin embargo, resultaría miope atribuir todo el éxito del Desarrollo Estabilizador a las medidas de proteccionismo y sustitución de importaciones. El Desarrollo Estabilizador se dio en un contexto global de crecimiento muy dinámico y gran estabilidad que sin duda contribuyeron a que la economía mexicana creciera en la ausencia de choques externos.

Por otro lado, la política de proteccionismo y sustitución de importaciones tuvo consecuencias negativas importantes, ya que la ausencia de una competencia real en varios sectores contribuyó a la subsistencia de empresas ineficientes que eran subsidiadas por el modelo económico.

Asimismo, muchas industrias se dedicaron más a la búsqueda de rentas, destinando recursos al cabildeo para la imposición de barreras de entrada a productos extranjeros, en lugar de destinarlos al desarrollo e investigación.

La retórica de campaña de Trump parece, en cierta medida, generar su propio Desarrollo Estabilizador en Estados Unidos. Sin embargo, la historia nos ha mostrado que cuando se implementan políticas proteccionistas en economías más grandes y con un nivel de integración comercial importante, los resultados pueden ser muy contraproducentes.

El episodio más reciente de la propagación del proteccionismo se dio durante la Gran Depresión de 1930, cuando varios países buscaban reactivar sus economías y fomentar el empleo mediante la protección de su mercado doméstico. El primer país en tomar medidas proteccionistas fue Gran Bretaña que en 1930 aplicó una serie de restricciones a las importaciones de bienes para enfrentar una depreciación forzada que Francia había implementado dos años antes para hacer más competitivas sus exportaciones. La respuesta de uno de sus principales socios comerciales, Estados Unidos, no se hizo esperar.

En el mismo 1930, el gobierno estadounidense aprobó una serie de tarifas a la importación de bienes de Gran Bretaña y otros países con el objetivo de reactivar la industria doméstica. La decisión de Estados Unidos provocó un efecto dominó de represalias por parte de todos sus socios comerciales, contribuyendo a la aceleración del colapso del comercio global y prolongando la Gran Depresión. Irónicamente, el impacto fue más severo para los países que tenían un superávit en la balanza comercial, incluyendo a Estados Unidos.

El nuevo gobierno de nuestro principal socio comercial deberá ser sumamente cuidadoso con su política comercial dado el riesgo de disrupción que enfrentarían las cadenas productivas de industrias altamente integradas al comercio internacional.