Elecciones 2024
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Donald John Trump miente, lo sabe y no le importa. Quien lo escucha y le hace caso toma como ciertas sus ideas y alimentan un sentimiento que más que nacionalista será autodestructivo.

Habrá quien insista en que las encuetas cada día lo marginan más de la posibilidad de ser presidente de Estados Unidos y que por lo tanto habría que preocuparse un poco menos por el radicalismo de derecha de este personaje.

Sin embargo, aun fracasando en su intento de llegar a la Casa Blanca, aun desfondando al Partido Republicano, Trump dejará tras de sí un mensaje de odio que muchos grupos están haciendo suyo.

Es conocida su animadversión en contra de los mexicanos. No los quiere ni trabajando en su país, pero tampoco los quiere en su propia nación fabricando mercancías que lleguen a territorio estadounidense.

Quiere deportar a 11 millones y quiere cancelar los acuerdos comerciales. Quiere pues acabar con nosotros. Y para garantizar la separación tiene planes para dividir el norte del continente americano con un enorme muro que además tiene que pagar el país afectado.

Es un hecho que en el Reino Unido deben ser ya millones de personas las que están arrepentidas de haber creído las palabras de los extremistas que los llevaron a votar mayoritariamente por la salida de la Unión Europea.

Ahí está por ejemplo el caso de Boris Johnson, uno de los más visibles, no el único, además de ser físicamente parecido a Donald Trump. Este personaje, entre otros tantos exabruptos, comparó a la Unión Europea con la expansión del nazismo del siglo pasado.

Una verdadera estupidez que no soporta el más básico análisis de sentido común. Sin embargo, son mensajes que funcionaron.

A poco más de cuatro meses de las elecciones en Estados Unidos, Trump se sube a la ola y propone su propio Brexit. Aprovecha también la coyuntura de la visita del presidente mexicano a Canadá para hablarles a los dos al mismo tiempo.

Usa su propuesta de sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de pegarle a los Clinton. Sabe muy bien que la iniciativa del acuerdo es republicana, negociada por George Bush padre, pero eso no importa.

Si se rompe el acuerdo comercial, México sería el gran perdedor sin duda. Pero también Estados Unidos tendría facturas muy grandes que pagar. No hay que olvidar que quiere también frenar el comercio con China.

Y esto que no soporta el más mínimo análisis del sentido común permea entre millones que se manifestarán por la vía del voto. Otros podrían optar por dejar de comprar los productos Made in Mexico y algunos de plano optarán por agredir a cualquier persona que tenga apariencia “mexicana”.

No es el Trumexit del TLCAN lo que debe preocupar por ahora, es el sentimiento que deja sembrado en millones de estadounidenses que ante la caída de su nivel de vida son como esponjas de estos mensajes de odio.

Hace poco tiempo en Europa creyeron que eso del Brexit era una mala broma de campaña electoral británica. Hoy el mundo trata de reacomodarse después del triunfo de la mayoría rupturista.

Las propuestas de Trump

  • Estados Unidos debe ser prioridad.
  • Destrucción del autonombrado Estado Islámico “sin avisarles cómo ni cuándo”.
  • Reformular la estructura de la OTAN y el financiamiento de EU a la alianza.
  • Mejores relaciones con China y Rusia, sin detalles.
  • Países aliados como Japón o Corea del Sur financiarían solos su defensa.
  • “Consecuencias” para empresas que muevan operaciones a países como México.
  • Salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que calificó como el “peor de la historia” del país.
  • “Independencia económica” de EU en favor de la creación de puestos de trabajo.
  • Salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico.
  • Aumentar costo de visas.
  • Subir cuotas arancelarias, específicamente con Japón.
  • Eliminar desequilibrios comerciales con China y México.
  • Aumentar impuestos sobre las remesas.
  • Creación de muro divisorio en la frontera con México, pagado por el afectado.
  • Exentar del pago de impuestos a las clases más desfavorecidas.
  • Reducir impuestos a la clase media y corporaciones.