Elecciones 2024
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Ahí están, en la parálisis de la costumbre.  Florestán

La oposición al PRI criticó el método de designación de su nuevo presidente, Enrique Ochoa Reza, y tienen razón: fue una decisión del Presidente de la República que gobierna su partido, como ocurre en las democracias modernas.

Pero esos críticos no están como para lanzar piedras sin que le caigan en sus respectivos tejados.

Y si nos vamos al PAN, está la historia de Gustavo Madero, quien jugó con la dirigencia de su partido pidiendo licencia para ser autodesignado candidato a diputado, dejando a un suplente, Ricardo Anaya, al que quitó para retomar el cargo que dejó para protestar en San Lázaro. En esos días, Anaya pasó de coordinador de la diputación panista a secretario de partido, presidente encargado, secretario y al final quedó como jefe nacional, como hasta ahora, desde donde logró la mayor victoria de gobernadores, siete de 12 el pasado 5 de junio y se relanzó como líder interno y precandidato presidencial.

El PRD es un desastre, nada nuevo. Carlos Navarrete, el tercer Chucho presidente, después de Ortega y Zambrano, renunció intempestivamente y ante la carencia de cuadros, los mismos se trajeron a un ex priista, Agustín Basave, la víspera lo registraron militante, le dejaron la presidencia, se la quitaron y luego, ante la incapacidad de elegir a un sucesor, dejaron a una encargada, Beatriz Mojica, por 15 días mientras llegan a un acuerdo cupular, como tomaron todos los otros.

En Morena no hay discusión: Andrés Manuel López Obrador es el presidente y es el partido, es, también, su candidato presidencial para 2018.

De los demás ni mencionar mucho. El Verde no tiene presidente, tiene vocero de un comité en el que sigue mandando Jorge Emilio González, senador con licencia.

Y en las demás franquicias, los mismos dueños: Movimiento Ciudadano de Dante Delgado y del PT el eterno Alberto Anaya.

Así que, cierto, el nuevo presidente del PRI fue designado directamente por quien es su jefe político, como designan en los demás partidos, quizá con la excepción del PAN, que en un momento maderista sucumbió, y la de Morena, que fue una autoproclamación.

RETALES

1. DELIRIOS. Ahora sale José Murat con la paternidad de Enrique Ochoa Reza como presidente del PRI, porque fue compañero de su hijo. Bueno, también se atribuye la paternidad del Pacto por México. Y la elección en Oaxaca;

2. TARDíO. Tras perder la elección en Veracruz, el senador priista Héctor Yunes, que ya regresó a su escaño, emplazó al gobernador Javier Duarte a dejar el gobierno, le quedan seis meses, por ser el peor gobernador. ¿Y sin desmentirlo, por qué no se lo dijo antes, en la campaña, por ejemplo? Y

3. BLINDAJES. Le había informado que las acciones de inconstitucionalidad por los blindajes de dos gobernadores correspondieron a la ministra Norma Piña, Quintana Roo; a Javier Laynez, Veracruz, y ayer Chihuahua a José Ramón Cossío.

Nos vemos mañana, pero en privado

 

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