Elecciones 2024
Elecciones 2024

Los próximos meses serán cruciales para definir a un país que es candidato a gran potencia económica.

La carroza brasileña se convirtió en calabaza. Por eso, empresas como Rotoplast cerraron varias plantas en Brasil y Banco Azteca canceló sus operaciones en ese país. ¿Podrá la calabaza volver a convertirse en carroza? Hay más de 31 mil millones de dólares de inversiones mexicanas en Brasil. En la recuperación confían empresas como América Móvil, Cinépolis, Bimbo y FEMSA. De los consumidores brasileños viene una parte significativa de los ingresos totales de estas multilatinas mexicanas. En el caso de la regiomontana FEMSA, es casi 27 por ciento. Para América Móvil, ha sido entre 21 y 24 por ciento en los últimos años.

¿Calabaza o carroza? La salida de Dilma Rousseff de la presidencia no significa necesariamente la agudización de la crisis económica. Brasil decreció 3.7 por ciento en el 2015, su mayor caída en 80 años, y vivió la devaluación de casi 50 por ciento de su moneda. En el 2016 seguirá decreciendo, aunque a menor ritmo que en el año pasado. Una de las grandes paradojas recientes es que los analistas más respetados han empezado a ajustar al alza la perspectiva de crecimiento de Brasil. Ellos consideran que un gobierno sin Dilma tendrá más capacidad de operar la política económica. Más allá del análisis de escritorio, el capital especulativo ha vuelto en masa a Brasil. La Bolsa de San Paulo registra un crecimiento cercano a 40 por ciento en dólares en el 2016. El real ha vivido una apreciación frente al dólar superior a 20 por ciento.

¿Cuento de hadas o novela de terror? Brasil no estaba tan bien cuando los poetas de la economía le cantaban sus alabanzas. No está tan mal ahora; cuando menos no en todos sus rubros. Sigue teniendo un enorme mercado interno: son 204 millones de personas, con un PIB per cápita de 15 mil 800 dólares anuales, medidos en paridad de poder adquisitivo. Es el octavo mercado más grande del mundo, por encima del mexicano y el español. En cierto sentido, esto explica por qué las inversiones mexicanas en Brasil tienen un fuerte énfasis en el sector del consumo: Bimbo, de Daniel Servitje; Coca-Cola Femsa, que encabeza José Antonio Fernández; Cinépolis, de Alejandro Ramírez, y Genomma Lab, de Rodrigo Herrera.

¿Sabían ustedes que las empresas de telecomunicaciones de Carlos Slim tienen más clientes en Brasil que en México? El dato es relevante para enfatizar algo: la inversión mexicana ha encontrado la forma de penetrar en el mercado brasileño. Cinépolis es la segunda cadena de cines en Brasil y Femsa abastece cerca de 40 por ciento de todos los productos de Coca-Cola que se consumen en ese país.

¿Final feliz o final trágico? Es muy pronto para hacer un balance completo de la incursión de las empresas mexicanas en Brasil. Carlos Slim ha ganado mucho en los años buenos y encontrará la forma de ganar algo en los años malos. No piensa retirarse y quizá nos sorprenda con inversiones de oportunidad en los meses que vienen. Algo parecido, podemos decir de grupos como Femsa, Bimbo, Alsea o Cinépolis.

Brasil no es una carroza pero tampoco una calabaza. Los próximos meses serán cruciales para definir un país que sigue siendo candidato a gran potencia económica en el futuro. El ciclo del PT ha concluido y vendrá otro gobierno, casi seguramente de derecha. El gran reto será el crecimiento de la libertad económica, sin destrozar los avances en política social. Para México, hay muchas lecciones, en especial las que derivan de esa fábula de corrupción que es Petrobras. ¿Tendremos la humildad de aprender de ellas?

[email protected]