La PGJ Michoacán asegura que el niño sufría de problemas broncorrespiratorios que se complicaron mientras jugaba con sus compañeros
La muerte del niño Miguel Ángel en Michoacán no fue por bullying sino por un problema de broncorrespiración que ya padecía, aseguró al Procuraduría General de Justicia del estado.
A través de 14 testimonios que realizaron las autoridades de Michoacán, se estableció que el niño de 11 años que murió en el municipio de Salvador Escalante, fue por problemas broncorrespiratorios.
Las autoridades ministeriales revelaron que la declaración de la madre del niño, quien aseguraba que su hijo había muerto por bullying, es la única que contradice a las trece restantes.
Los testigos citados fueron menores de edad, acompañados de sus padres, un psicólogo y un asesor jurídico.
El 2 de mayo pasado, el fiscal especializado en Delitos de Alto Impacto de la Procuraduría michoacana, Alfredo Guadalupe Becerril, había afirmado que el menor murió por problemas broncorrespiratorios.
De acuerdo a los testimonios de los niños y un profesor, Miguel estaba jugando a “las traes” en el patio de su escuela cuando se desmayó. Sus amigos intentaron reanimarlo, por lo que llegó un maestro para aplicarle primeros auxilios hasta que recobró el reconocimiento.
En ese momento fue cuando llegó la madre angustiada que se encontraba en una reunión en la escuela, donde le habían avisado que su hijo estaba desmayado.
Acusaciones de bullying
De acuerdo a lo informado anteriormente, la madre acusó que su hijo fue víctima de bullying, después de que unos niños llegaron, lo azotaron contra la pared y lo ahorcaron; asimismo acusa a unas niñas de patearlo, a pesar de que ya estaba el menor en el suelo.
La madre acusó a los médicos de no hacer nada para salvar a su hijo y la tardanza de las ambulancias para trasladarlo a los hospitales. Cuando llegó a Morelia, el menor ya estaba muerto.
Con información de El Universal