El congresista Jeff Sessions, elegido para el puesto de fiscal general, llegó a pensar favorablemente del Ku Kux Klan
Continúan los nombramientos del gabinete del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, muchos de ellos cargados de polémica por su postura extremista e intransigente.
Los nuevos nombramientos involucran al senador por el estado de Alabama Jeff Sessions, quien sería su nuevo fiscal general, así como al representante por el cuarto distrito de Kansas, Mike Pompeo, elegido para ser el nuedvo director de la CIA.
De acuerdo con fuentes del equipo de transición entrevistadas por The Washington Post, la oferta del puesto a Sessions fue aceptada este jueves, y ya se está planeando una presentación formal del legislador, mismo caso que con Pompeo.
En un comunicado, el caso de transición comentó que “el presidente electo se encuentra increíblemente impresionado con el senador Sessions y su fenomenal récord como fiscal general de Alabama y fiscal de los Estados Unidos. No es de sorprender que la gente de Alabama lo reeligiera sin oposición”.
Sessions, de 69 años, es conocido por su mano dura en el tema de migración, y ha sido acusado varias veces por su racismo durante toda su carrera.
Entre la polémica asociada al senador se encuentra un comentario sobre el Ku Kux Klan, de cuyos miembros pensaba que estaban bien hasta que supo que consumían mariguana, lo que le costó una judicatura federal.
Pompeo, por otro lado, estudió en la Academia Militar de Estados Unidos y posteriormente en la Escuela de Leyes de Harvard. Fue fiscal en la oficina de Washington D.C. y actualmente forma parte del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Pompeo es un conocido crítico del acuerdo nuclear entre el gobierno de Obama e Irán, así como personaje cercano al vicepresidente Mike Pence.
Con información de The Washington Post