Durante el segundo debate presidencial, el candidato republicano declaró que quiere que se investigue a su rival demócrata
Este domingo, a las 20:00 h (tiempo del centro de México) comenzó el segundo debate presidencial entre Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata, y Donald Trump, candidato del Partido Demócrata, en la Universidad de Washington, en San Luis, Misuri.
Los moderadores fueron los periodistas Anderson Cooper y Martha Raddatz.
El debate duró cerca de 90 minutos con un formato diferente: los candidatos contestaron una serie de preguntas lanzadas por habitantes de la zona metropolitana de San Luis -que fueron sido seleccionados por la consultora Gallup-, o por usuarios de distintas redes sociales.
Apenas horas antes del debate, Trump se presentó con Juanita Broaddrick, Kathleen Willey, Paula Jones y Kathy Shelton, para ofrecer una conferencia de prensa en San Luis (Misuri) con estas mujeres que acusaron a Bill Clinton, de haber cometido delitos sexuales.
Las mujeres no aceptaron preguntas pero repitieron algunas de las acusaciones que hace años hicieron contra el expresidente.
El debate
Hillary Clinton y Donald Trump se rehusaron a estrecharse las manos a su ingreso al salón de debate. Ese hecho rompió con un protocolo tradicional del debate.
Se esperaba que el evento fuera tenso. Las mujeres que horas antes hablaron de las acusaciones por abusos sexuales contra el expresidente Bill Clinton, se encontraban en primera fila en el debate como invitadas de Trump.
El exmandatario estrechó manos con Melania Trump, esposa del candidato, también a sus dos hijos y a su hija Ivanka mientras entraban al salón antes del debate.
En los primeros surgió el tema del video escándalo donde el empresario usó palabras sexistas para referirse a modelso. “Estas son bromas masculinas, no estoy orgulloso de eso. Tengo mucho respeto por las mujeres, nadie tiene más respeto que yo, esto se oye y quedé avergonzado y tengo mucho respecto por la mujer y ellas lo tienen por mi”, aclaró.
Los candidatos presidenciales se enfrentaron sobre el uso de un servidor privado por parte de Clinton mientras ella era secretaria de Estado.
Clinton dijo que lamentaba mucho haber utilizado el servidor, pero que ella toma muy seriamente el mantenimiento en secreto de información clasificada. Agregó que no existe evidencia de que sus acciones hayan puesto en manos equivocadas material clasificado.
Trump también acusó a Clinton de mentir, y dijo que ella destruyó indebidamente más de 30 mil correos electrónicos que, dijo él, debieron haber sido entregados a autoridades judiciales. Trump agregó que está decepcionado de que no se haya acusado a Clinton de ningún delito por este caso.
“Si yo gano, voy a dar instrucciones a mi fiscal general para que investigue su situación por que nunca ha habido tanta decepción, para que tengamos un fiscal especial, el pueblo de Estados Unidos esta furioso, usted borró 33 mil correos electronicos”, dijo el candidato republicano.
Dijo a Clinton que “debería estar avergonzada”. El candidato republicano se quejó además de que los dos moderadores del debate no están presionando suficientemente a Clinton sobre el asunto de los correos electrónicos.
Los candidatos se enfrentaron sobre el futuro de la ley de atención a la salud impulsada por el presidente Barack Obama.
Clinton prometió reacondicionar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible de Estados Unidos, mientras que Trump promete derogar y reemplazar la ley también conocida como “Obamacare”.
Clinton dijo que 20 millones de personas más tienen cobertura de salud debido a la ley. Señaló que ella quiere “salvar lo que funciona”, pero que el siguiente gobierno necesitará reducir los costos y proporcionar más ayuda a negocios pequeños. Agregó que si el sistema es derogado se “dará marcha atrás” a la industria de seguros.
Trump dijo que el sistema es un “desastre” y “nunca funcionará” Añadió que es necesario reemplazarlo con un sistema menos caro que sea más flexible para pacientes sin importar el estado en el que viven.
En el debate, Rusia fue uno de los temas que surgieron cuando Clinton acusó que Rusia y al presidente Vladimir Putin ha orquestado a hackers contra Estados Unidos. Por su parte, Trump asegura no tener intenciones de invertir o hacer negocios en aquella nación.
Al ser interrogados sobre el régimen fiscal en Estados Unidos, Trump admitió que se benefició con las lagunas fiscales que pudo utilizar, pero acusó a Clinton de crear esos esquemas para ayudar a sus donantes millonarios.
Sobre el tema de Siria, Clinton aseguró que ella no desplegaría tropas en ese país, en tanto que Trump aseveró que él coordinaría su ofensiva contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria con aliados como Rusia.
Después, el debate volvió al tono personal, cuando el republicano acusó a la exsecretaria de Estados de dividir al país, al haber descrito a sus seguidores como un grupo de personas “deplorables”.
“Ella tiene un tremendo odio en su corazón”, acusó Trump, y señaló que Clinton continuaría las políticas del presidente Barack Obama que, a juicio del republicano, han sido “un desastre”.
Mientras tanto, Clinton reiteró que Trump carece del juicio adecuado para ser presidente en Estados Unidos, y que esa opinión es compartida por muchas personas en el país, incluidos republicanos.
“Esta elección se ha convertido en una elección que ha sido en parte tan orientada al conflicto, tan intensa, porque hay mucho en riesgo”, enfatizó Clinton al final del debate.
Al final, un ciudadano pidió que cada candidato destacara alguna cualidad de su contrincante. “Respeto a los hijos de Donald Trump” comentó la demócrata, mientras que el empresario contestó: “Hillary es una peleadora, no se rinde. Lo respeto, aunque no esté de acuerdo”.
Las opiniones sobre quién pudo haber ganado el debate resultaron divididas, aunque claramente la exsecretaria de Estado tuvo un reto mucho mayor que en el primer encuentro.
El mercado de divisas, sin embargo, pareció una vez más favorecer el desempeño de Clinton, con un ascenso sostenido en el peso mexicano desde las revelaciones de los audios de Trump del viernes pasado, al menos durante la primera hora del encuentro.
El peso inició en 18.91 unidades por dólar y fluctuó en torno a 19.05 unidades por dólar, mientras que durante los últimos meses ha descendido con las probabilidades de que Trump acceda a la presidencia de Estados Unidos.
El tercer debate se realizará el próximo 19 de octubre en la Universidad de Nevada, en Las Vegas.
Redacción
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