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Banco Mundial recorta estimado de crecimiento en México para 2017
Foto de archivo.

El Banco Mundial informó que ha recortado su estimado de crecimiento para México en 2017 del 2.8 por ciento esperado en junio del año pasado a 1.8 por ciento, pues señala que la inversión en el país disminuirá a causa de la incertidumbre política en Estados Unidos.

Tal como señala en su informe ‘Perspectivas económicas mundiales: Escasa inversión en tiempos de incertidumbre‘, el organismo también estima que la economía mexicana tuvo un avance de 2 por ciento en 2016, menor al 2.5 por ciento que pronosticó en junio pasado.

“Se considera que en este país el consumo privado será más sólido, gracias a la baja inflación, el bajo nivel de desempleo, el aumento de los salarios reales y el gran caudal de remesas”, apuntó el organismo.

En tanto, señaló que más adelante se prevé un mejor dinamismo, con una expansión del PIB de 2.5 por ciento para 2018 y de 2.8 por ciento para 2019.

Y en el resto del mundo

El Banco Mundial anticipó hoy que la economía mundial crecerá este año a una tasa de 2.7 por ciento en un contexto de menor inversión hacia los países emergentes y desarrollados y condiciones más favorables a las exportaciones de productos básicos.

Aunque la expansión proyectada se ubica por arriba de la de 2.3 por ciento, el banco calificó la aceleración como moderada, e indicó que la perspectiva se va ensombrecida por la incertidumbre derivada de la orientación de las políticas de las principales economías del mundo.

El presidente del BM, Jim Yong Kim, dijo que después de varios años de desalentadoras tasas en el crecimiento mundial, “observamos esperanzados mejores perspectivas económicas para el futuro”.

“Es el momento de aprovechar ese impulso e incrementar las inversiones en infraestructura y en las personas. Se trata de un paso esencial para acelerar el crecimiento económico sostenido e inclusivo necesario para poner fin a la pobreza extrema”, indicó.

En su informe “Perspectivas Económicas Mundiales”, el banco anticipó que el crecimiento en las economías avanzadas repuntará este año a 1.8 por ciento después de haber experimentada una desaceleración en el 2016, cuando el crecimiento se ubicó en 1.6.

Mucho del crecimiento en este bloque se apoyará en la actividad en Estados Unidos, donde se proyecta una expansión de 2.2 por ciento, similar al de la zona del euro, en tanto que la desaceleración se mantendrá en Japón, como un crecimiento de apenas 0.9 por ciento.

El banco indicó que el estímulo fiscal en las principales economías, y en particular en Estados Unidos, podría generar un crecimiento interno y mundial más rápido que el previsto, “aunque una creciente protección comercial podría tener efectos adversos”.

De nueva cuenta el crecimiento mundial se apoyará en la actividad de los países emergentes y en desarrollo donde se anticipa un sólido crecimiento de 4.2 por ciento, casi un punto por arriba del 3.4 por ciento de 2016.

No obstante, el reporte advirtió el impacto que podría tener la orientación de las políticas de las principales economías, además de lo cual un prolongado periodo de vacilación podría dilatar el lento crecimiento de la inversión que está frenando a los países de ingreso bajo, mediano y alto.

Uno de los factores que podrían incidir más en un escenario negativo es la baja de la inversión en los mercados emergentes y en las economías en desarrollo, el cual representa un tercio del Producto Interno Bruto mundial.

En 2015 la inversión creció a una tasa de 3.4 por ciento en contraste con el 10 por ciento registrado en 2010 y es posible que el año pasado se haya reducido en medio punto porcentual.

“La desaceleración del crecimiento de la inversión es, en parte, una corrección de los elevados niveles previos a la crisis, pero también es reflejo de los obstáculos a los que han tenido que hacer frente las economías emergentes y en desarrollo”, apuntó el reporte.

Además de la baja en la inversión directa extranjera, otros obstáculos que han afectado la actividad en este bloque fueron la baja en los precios del petróleo, así como las cargas derivadas de la deuda privada y el riesgo político.

Sin embargo, el banco indicó que gracias a la recuperación de los precios de los productos básicos, y a medida que Rusia y Brasil retoman la senda del crecimiento tras sus recesiones, para 2017 se prevé una expansión del 2.3 por ciento en la actividad de los exportadores de productos básicos.

En consecuencia los mercados emergentes y las economías en desarrollo importadoras de productos básicos deberían crecer al 5.6 por ciento. Por lo que respecta a China, el banco prevé que prosiga una desaceleración ordenada del crecimiento a una tasa del 6.5 por ciento.

Sin embargo, precisó que las previsiones generales para los mercados emergentes y las economías en desarrollo se verán atemperadas ante la apatía del comercio internacional, la moderación de la inversión y la fragilidad del crecimiento de la productividad.

Redacción