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Así vivió Manu Ginóbili en la Villa Olímpica de Río
San Antonio Spurs guard Manu Ginobili, of Argentina, points in the second half of an NBA basketball game against the Memphis Grizzlies in Memphis, Tenn., Tuesday, Jan. 7, 2014. The Spurs defeated the Grizzlies 110-108 in overtime. (AP Photo/Danny Johnston) ORG XMIT: OTKDJ122

Los Juegos de Río terminaron, un evento que ha sido descrito como inolvidable en el renglón deportivo, a pesar de los problemas de organizacionales.

La nostalgia no solo embarga a los espectadores, sino también a los atletas. Manu Ginóbili es uno de ellos.

Ginóbili defendió los colores de la selección argentina en el basquetbol para los Juegos en Río. El cuatro veces campeón de la NBA con los Spurs participó en sus cuartos Juegos Olímpicos. En Sydney 2004 ganó la medalla de oro con su selección y en Beijing logró el bronce para Argentina.

La selección argentina de basquetbol no tuvo mucho éxito en Río, finalizó en el octavo lugar de la competencia.

Sin embargo, Ginóbili quiso inmortalizar la manera en la que vivió durante los Juegos de Río en la Villa Olímpica. Compartió habitación con su compañero Andrés Nocioni.

Manu publicó la foto en su blog personal y aprovechó para pedirle una disculpa a su mamá por el desorden del cuarto.

Advirtió a su público que la foto fue tomada 15 días después de su llegada a la Villa y que tuvieron que suspender los servicios de limpieza, después de la “desaparición misteriosa” de algunas de sus pertenencias.

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Foto de El blog de Manu Ginobilli

Manu describió en su blog qué eran todos los objetos que aparecen en la fotografía. A continuación la fotografía y la descripción que hizo el atleta:

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Foto de El blog de Manu Ginobilli

“A – Celulares. Infaltable compañía. Todo el mundo sabe lo que representan los teléfonos hoy en día y para nosotros no es excepción.

B – La habitación se puede caer de mugre, ¡pero hay que oler bien! Un perfume a mano para eliminar algunos olores indeseados, propios y del entorno, siempre es necesario.

C – Los lentes de Andrés haciendo equilibrio sobre una pera y una banana. Y… no teníamos mucho lugar para dejar las cosas y de a poco se empezaban a acumular en los lugares más inesperados.

D – Cargador portátil de baterías. Infaltable para millenials como nosotros (?). Muchos dispositivos, pocos enchufes. Siempre una buena opción. El mío lo había olvidado en Bahía Blanca.

E – OFF! Ni bien llegamos a Río, nos enchufaron repelentes a todos por la amenaza “Zika”. No solo no lo tocamos en ningún momento, sino que no vimos mosquitos en dos semanas. Quedó en el mismo lugar todo el tiempo, ahí paradito estoicamente.

F – Kindle. En los momentos de hibernación por cansancio de mi ladero, fue mi mejor compañía. ¡Un imprescindible!

G – Accesorios de audio. Parlantito bluetooth (JBL Flip2) para cuando compartíamos música y los auriculares (Beats Studio) para algunos momentos de soledad o viajes. Obligatorios para escuchar podcasts, radio o música.

H – ¡La credencial olímpica! Sin eso no sos nada en la Villa. Para comer, para subirte al cole, para retirar la ropa, o para lo que sea… la credencial. Olvidate la cabeza si querés, pero la credencial no porque tenés que volver a buscarla.

I – Posiblemente el elemento más inesperado de la habitación. ¡¡Una camiseta de Racing con su correspondiente carnet de socio!! En algún momento se la regalaron a Chapu y quedó ahí. Sorpresivo (como mínimo) en ese contexto.

J – UNA zapatilla. No apareció la otra en esta foto, en algún lugar remoto del departamento supongo que estaría. Fueron utilizadas por Chapu para el desfile y se las puede ver en un par de ediciones del renombrado #elsello.

Les había tomado mucho cariño, tal es así, que se lo pudo ver al día siguiente de la ceremonia inaugural fastidiado por no encontrar lavandina en toda la Villa. Parece que en el descontrolado pogo pre-desfile lo habían pisado muchas veces y sus zapatillas no mostraban más el blanco impoluto que el gladiador hacendoso pretendía.

K – Mis zapatillas de cabecera en estos juegos. Nike Free Flyknit. Gran adquisición.

L – Bolsa de souvenirs recién comprados con muñequitos para nuestros hijos. Vinicius, la mascota olímpica, fue un éxito con los más chiquitos. Además, como Usain Bolt lo tenía después de ganar los 100 metros planos, mis hijos también lo querían.

M – Medias que usé en la ceremonia inaugural. Puede que las haya vuelto a usar al día siguiente, pero no más que eso. Ahí quedaron, sucias ocupando un injustificado y valioso lugar en nuestro inmueble.

N – En campeonatos tan cortos e intensos, a veces es necesario reforzar la alimentación con algún suplemento alimenticio. ¡Ni hablar si consideramos que era la habitación donde estaban los dos más basquetbolistas más viejitos del torneo!

O – Mochila multipropósito. Ahí iban las zapatillas, calzas, medias, frutas, desodorante (apareciendo tímidamente en la foto), billetera, teléfono y todo lo necesario e imprescindible para ir a entrenar y jugar.”

Redacción